No hay dudas, trabajar sobre la base de información actual y precisa genera resultados diferenciales. La democratización de datos puede ser la dinámica que impulse a la empresa hacia un salto cuali-cuantitativo sin precedentes y para ello una gestión de datos eficaz es la piedra angular.
Cuando el equipo accede y maneja de manera autónoma la mayor cantidad de información disponible acerca de su sector, sus clientes y el mercado, sienta las bases para una mejor performance individual y grupal. Bernard Marr, el autor del bestseller “Big Data in Practice” explica que la democratización hace que no existan “guardianes que creen un cuello de botella en el acceso a los datos” porque la estrategia es que todos, en cualquier momento, puedan tomar decisiones basadas en el entendimiento certero de lo que sucede a su alrededor.
Para bien o para mal, cuando algo sucede es necesario que todo el equipo interno esté al tanto. Al contrario de lo que muchas organizaciones basadas en conceptos antiguos creían, saber siempre es mejor que ocultar información. Porque las decisiones basadas en desconocimiento pueden replicar errores o profundizarlos. La capacidad de acceso y comprensión de los datos es lo que habilita a las personas a tomar decisiones más rápidas e impulsar dinámicas más ágiles. Y ya sabemos desde hace años la importancia en cuanto a ventajas competitivas que tienen los negocios ágiles.
Ninguna empresa es más inteligente que la suma de todos sus miembros. Por eso es importante impulsar la democratización de los datos
Fuente: Gartner
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La democratización propicia la agilidad
Relevar información, en la práctica, se vive como un respaldo que aporta seguridad. Ese mayor conocimiento que sustenta el trabajo de todos los días impacta de manera positiva en los equipos y fomenta la satisfacción de poder predecir, anticipar situaciones, medir y actuar en consecuencia. Todo esto se resume en dos palabras: empresas ágiles. Un ejemplo actual es el Royal Bank de Scotland, cuyos directivos remarcan que el acceso democratizado a la información propició una nueva y positiva cultura de trabajo volcada hacia el cliente. Poder estar al servicio del cliente y ayudarlos proactivamente es posible, según ellos, si se los conoce de cerca, con información que arroje claridad acerca de sus prácticas de consumo.
¿Por dónde comenzar?
Dependiendo del estado en el que se encuentre el manejo del Big Data y los sistemas de la empresa, se deberá invertir en tecnología y/o herramientas. Pero lo que es principal a la hora de habilitar el acceso a la información, es trabajar en la capacitación de los recursos humanos para que entiendan el potencial que tienen frente a ellos.
Siempre existen resistencias a la hora de sumar nuevos recursos, y la apertura hacia el nuevo conocimiento a veces puede generar incertidumbre. Pero hay algo que debe ser el centro de la estrategia de democratización, y servirá como argumento indiscutible: sin intermediarios y con acceso habilitado, cada integrante emprenderá un camino de empoderamiento profesional. Está claro que habrá que trabajar en las herramientas de filtros, visibilizaciones compartidas, permisos y demás, de acuerdo al rol de cada usuario, pero lo importante es hacer foco en el sustento que genera la posibilidad de trabajar sobre certezas medibles.
Marketing necesitará datos para analizar sus segmentos de clientes; Finanzas querrá analizar el ROI de marketing de acuerdo a sus presupuestos…cada área definirá sus necesidades, ¡pero ninguna podrá prescindir, de ahora en más, de la información!
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Trabajo inteligente
La analítica de datos es la clave de la eficiencia, el mayor rendimiento y la velocidad de respuesta que los mercados requieren. Y los contextos más difíciles, aún bajo los efectos de la pandemia actual, demostraron que las empresas enfocadas en estrategias data-driven son las que más preparadas están para readaptarse y mantenerse “sanas”.
Según la consultora Gartner, la inteligencia continua se define como: "patrón de diseño” en el que la analítica en tiempo real se integra con las operaciones comerciales, procesando datos actuales e históricos para prescribir acciones en respuesta a momentos comerciales y otros eventos.
Gestionar la democratización
Como mencionamos, la democracia implica ciertos controles y equilibrios, y una mala gestión de datos o una mala interpretación de los mismos es una preocupación real. Por eso se recomienda previamente haber sentado las bases de una buena gestión de la información y migración hacia la nube y contar con el soporte idóneo de un equipo de profesionales que facilite las tareas de actualización, filtrado, almacenamiento y demás pasos necesarios. Ese será el centro de excelencia que impulsará la adopción democratizada de la información, respaldada sobre bases firmes. Cuando los pasos se dan progresivamente y en este orden, los equipos valoran el potencial que tienen ante sus ojos y nunca más elegirán trabajar sin el respaldo de todo ese conocimiento.
El futuro que alguna vez imaginamos es hoy, ya no hay que esperar más para saber cuán poderosas pueden ser nuestras acciones comerciales cuando sabemos hacia dónde debemos dirigirnos.