Hoy es común escuchar que los datos son el activo fundamental de las organizaciones. En estos tiempos de la analítica, los datos son la materia prima que permitirá obtener conocimientos sobre los clientes y el negocio. Y esto último a su vez habilitará a ofrecer experiencias diferenciales a los usuarios o consumidores, como también a orientar mejor las decisiones comerciales.
En nuestros días los datos se transformaron en un componente vital de la interacción con clientes, socios y otras partes interesadas clave. Con lo cual hoy los datos pueden tener un impacto directo sobre los resultados de las empresas –facilitando el incremento de los ingresos, la reducción de costos y la minimización de riesgos-.
Ahora bien, ¿todos los datos tienen esa capacidad potencial? La realidad es que no: cuando los datos son de mala calidad, su valor se desinfla. ¿Y qué es lo que hace que recuperen su valor potencial? La adecuada gestión (data management) y el gobierno de datos, es lo que en definitiva asegura que se contará con datos disponibles y de calidad.
En nuestros días los datos son un bien que abunda. De hecho hoy las empresas muchas veces se ven abrumadas por cantidades enormes que tienen que aprovechar y gestionar. No obstante, la calidad de estos datos todavía deja mucho que desear. Un estudio detectó que solo el 3% de los puntajes de calidad de los datos evaluados reunían la condición de "aceptables".
La mala calidad de los datos socava la productividad y hace que se desperdicien valiosas horas. Una investigación que realizó Forrester mostró que casi un tercio de los analistas dedicaban más del 40% de su tiempo a validar los datos analíticos antes de que puedan usarse. Y otra encuesta encontró que un promedio del 30% del tiempo total de las empresas se dedicaba a tareas sin valor agregado debido a la mala calidad y disponibilidad de los datos.
Lo más moderno en materia de almacenamiento de datos son los data lake inteligentes en la Nube. Bien gestionados, permiten identificar y explotar ideas basadas en datos. Sin una adecuada gestión, en cambio, pueden convertirse en un “pantano de datos”. Con lo cual, lo que realmente necesitan las compañías es optimizar estos repositorios mediante prácticas consistentes de gobierno de datos. Deben desarrollar prácticas y procesos “que garanticen la calidad, la disponibilidad, la facilidad de uso, la integridad y la seguridad de los activos de datos empresariales, tanto en entornos locales como en el Cloud”.
Gobernar los datos implica, entre otras cosas, recolectar y administrar metadatos o "datos sobre los datos". Pero además la buena gobernanza de datos debe asegurar cinco aspectos claves:
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En la actualidad las organizaciones tienen que asegurarse que su estrategia de datos respalde al negocio. La mala calidad de los datos tiene un impacto financiero real y hoy ya no hay margen para administrar este tema al azar. Esto expondría a las empresas a rendimientos deficientes, riesgos de incumplimiento y pérdidas de reputación.
¿Tiene dudas sobre la importancia de la gestión y el gobierno de los datos?