Visión 360: información para decidir

Los datos deficientes o incompletos afectan la productividad de la empresa, su potencial de crecimiento, la fidelidad de los clientes y también la de sus empleados. Esto hace que cada vez más compañías recurran a la gestión de datos para lograr una visión 360 de sus negocios. En este artículo analizaremos los beneficios de una correcta analítica y gestión interna de toda la información.

Trabajar sobre la base del big data o ser una empresa data driven son conceptos similares pero diferentes o, más bien, complementarios. Conocemos la importancia de contar con herramientas de procesamiento de información en tiempo real; pero ahora es tiempo de que toda la compañía, y no solamente el área de IT, se involucren en el cambio. 

Cotidianamente las empresas toman decisiones basadas en supuestos, en experiencias parciales, en opiniones de expertos… y no reparan en que el éxito del negocio reside en las decisiones inteligentes, es decir, en las ventajas analíticas de los datos. 

La información que generan los clientes, los prospects, los proveedores y toda la comunidad de se vincula a la compañía es la que nos permite tener una visión global del negocio para actuar en consecuencia.

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Más aún, frente a cada cambio de contexto las empresas suelen diseñar su propia estrategia para mantenerse en pie. Sin embargo hoy, cundo el cambio es la constante, el foco de toda compañía (no importa su tamaño) debe estar puesto en los factores clave que permiten administrar un negocio competitivo: ¡los datos!

Si tu empresa ya dio el paso y se incorporó al big data, seguramente habrá empezado incorporar los informes sobre los datos que almacena (el famoso data warehousing). Este es un primer paso, y fundamental, para la conversión que las compañías deben hacer hasta desarrollar su propia inteligencia empresarial (BI) enfocada en lograr un máximo aprovechamiento de las capacidades y potencialidades de esa integración de datos. 

Los líderes en gestión de datos pasan a ser hoy las estrellas del equipo, porque lo que antes era cuestionado por desconocimiento hoy se ganó un importante lugar debido a su probada ventaja competitiva: la inversión en datos es la clave del crecimiento.

Sin embargo, a pesar de la evolución, ¿cómo hacemos para arrancar de raíz la incertidumbre que genera trabajar los datos?

Por dónde empezar

Una de las maneras de abordar la puesta en marcha de una organización data driven es conocer el tipo de gobierno de datos que necesita esa empresa. Y eso requiere de una definición clara de lo que necesita la empresa, de sus objetivos a mediano y largo plazo y del gobierno de información que implementará puertas adentro. Una vez definido esto, estará en condiciones de trabajar con una cultura interna de datos que refleje las prioridades y se adapte a sus tiempos y modalidad de gestión. 

Ser una empresa data driven es, en definitiva, tener un plan que nos marque el norte en cada paso: con qué información contamos para decidir, cuándo, dónde y para qué nos sirve ese entramado de datos.

Es importante tener objetivos comerciales claros, métricas de rendimiento y puntos de referencia, porque todo esto empezará a formar parte del “patrimonio” de la compañía y será a su vez el respaldo sobre el que se sustente cada decisión estratégica. Los datos nos dan el apoyo continuo y el impulso para mantener “el viaje comercial” en pie, pase lo que pase.

En la era Data 4.0 el objetivo de toda empresa debe ser convertirse en una compañía data driven, que basa sus decisiones inteligentes en la correcta gobernanza de datos. Sabemos que esto genera incertidumbre, pero es importante conocer también las metodologías y casos de éxitos ya probados, y transitar el proceso de la mano especialistas. Hoy más que nunca la disciplina organizativa es necesaria.

¿Puede descansar en una visión 360 del negocio para tomar las mejores decisiones?

¿Tiene dudas?