Las 5 reglas de oro para crear un programa de gobierno de datos

Crear un programa de gobierno de datos integral supone un gran reto que implica a toda la organización. Lejos de ser un un proyecto de TI exclusivamente, se trata de una iniciativa que constituye un imperativo de negocio. Su objetivo final, por lo tanto, será  mejorar el rendimiento empresarial y garantizar la confidencialidad y privacidad de los datos, el activo que garantiza la continuidad de la empresa.

La creación de un programa de Data Governance significa orientar la gestión de datos del modo más idóneo para la organización, orquestando recursos humanos, responsables ejecutivos, procesos y tecnología para poder extraer de la información todo su potencial. Así, habilitará nuevas oportunidades de negocio, y cuidará la los datos de los clientes, al mismo tiempo que se ajusta a las normativas de tratamiento y protección de datos. 

Aunque la complejidad organizativa y técnica de una iniciativa de gobernanza de datos variará en función de la dificultad que entrañe cada caso, y por lo tanto requerirá distintos niveles de coordinación y procesos formales, a la hora de crear un programa deben tenerse en cuenta aspectos comunes. A continuación, destacaremos algunas reglas de oro para hacerlo con eficacia. 

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Las reglas esenciales de un plan de Data Governance

La creación de un programa de gobierno de datos exige el cumplimiento de una serie de pautas, entre las que destacamos estas cinco reglas de oro:

• Un enfoque integral: La participación de negocio en el plan de gobierno de datos debe ser incluso superior a la de TI para sí poder añadir valor estratégico en toda la organización. No se trata de mejorar los datos como fin en sí mismo, sino de hacerlo para aportar un mayor valor de negocio. Esto se logra a partir de una implementación escalable que empiece por lo básico y vaya ampliándose hasta abarcar a toda la empresa, otorgándole un data governance integral y autónomo. Recordemos que la gobernanza de datos no es un proyecto de TI, sino un imperativo de negocio y solo con un enfoque global podremos añadir valor estratégico en toda la organización.

• Determinar el nivel de madurez presente y futuro: Averiguar cuál es el grado de madurez adquirido por la organización en el gobierno de datos antes de implementar programa alguno es fundamental. Puesto que determinarlo nos proporciona una imagen de los puntos fuertes y débiles de la organización, constituye el primer paso para desarrollar un plan personalizado. Además, dentro de una necesaria definición de metas y objetivos, se establece un objetivo realista de las metas que pueden alcanzarse en este sentido a mediano plazo (entre tres y cinco años).

• Contar con el personal adecuado: También será prioritario contar con el personal adecuado y atribuirles los roles y responsabilidades necesarias para apoyar, administrar y respaldar el proyecto. Entre otras figuras, para lograr eficacia en nuestro plan idealmente debería participar el patrocinador ejecutivo, el administrador de datos y un responsable de gobernanza de datos. A su vez, será conveniente crear un comité de dirección ejecutivo para coordinar la toma de decisiones, la financiación y la resolución de conflictos.

• Crear políticas y reglas en sentido descendente: La gobernanza de datos está impulsada por los responsables del negocio, por lo que a la hora de establecer objetivos, estándares, prioridades, reglas y responsabilidades se hará en sentido descendente. Solo así trabajaremos dentro del esquema adecuado para que los datos sean fiables y seguros en función de los requerimientos de la compañía.

• Una función de negocio: La gestión del programa de gobierno de datos se ha considerar a todos los efectos una función de negocio. No en vano, aunque dependa de tecnologías, la gobernanza de datos no es un proyecto de TI, sino un imperativo de negocio que ayuda a la organización a alcanzar el éxito. En la práctica, además de un enfoque integral que trascienda la reducción de riesgos y el cumplimiento, se hace necesario dotar al programa de un método claro para su implementación, ejecución, y medición de logros.

El alcance integral e integrador del gobierno de datos está claro. Cómo así la necesidad de tener un programa claro y eficaz para garantizar la protección de los datos que cada vez más se alojan en repositorios informales. Formalizarlos y capacitar al personal resulta clave.

Fuente: Egnyte

Por todo lo anterior es que decimos que el gobierno de datos no es solamente el mero cumplimiento de normativas. Se trata de empoderar a cada usuario de los datos, otorgándole la responsabilidad de su tratamiento y cuidado. Crear un programa de Data Governance es central para garantizar la calidad, privacidad y disponibilidad de la información así como para habilitar oportunidades de transformación digital y análisis. Hoy pasa a ser una cuestión de continuidad del negocio, ya que los datos vulnerables pueden significar pérdidas de dinero y reputación irreparables.

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