La nueva normalidad es estar en la nube

El Covid-19 impuso de un día para el otro la necesidad del trabajo virtual. De pronto fue imperioso, para poder seguir operando, contar con toda la información disponible online.

Este período de transformación radical que nos trae la nueva normalidad, puso sobre la mesa la necesidad de optimizar la gestión de datos y las ventajas diferenciales que ofrece la nube frente a los tradicionales modelos de almacenamiento de información.

La mayoría de las empresas ya conocen el valor agregado y el potencial que la migración a la nube genera en la operatividad de todos los días. Pero existen compañías que aún dudan o se resisten al proceso de migración, generalmente porque desconocen todos los aspectos y ventajas involucradas. Este año es una oportunidad de aprendizaje intensivo, y vamos a analizarla a fondo. 

¿Y qué valoraciones hacen los recursos humanos? Señala el mismo relevamiento que la gran mayoría (78%) considera que un trabajo más flexible contribuye a un mejor equilibrio entre la vida privada y el empleo, y la gran mayoría (80%) cree que el teletrabajo aumenta la creatividad, la productividad y el nivel de satisfacción laboral.  

Bajo este nuevo panorama y entendiendo las opiniones de los trabajadores es previsible que la modalidad del teletrabajo se imponga mucho más de lo que pensábamos hasta principio de año. Esto tiene una estrecha relación con la nueva normalidad y sobre todo con la necesidad de implementar una gestión de datos automatizada e inteligente en la nube que haga posible las interconexiones y el flujo de información disponible en forma remota.

Ventajas de adoptar la nube como estrategia

Si bien el almacenamiento en la nube requiere de la predisposición del equipo y de ciertos conocimientos básicos, en la actualidad la suma de beneficios que arroja el cloud alienta incluso hasta las empresas más reticentes al cambio. Estas son algunas de las ventajas: 

• Facilita la innovación, ya que el acceso y la democratización de la información genera mejores resultados individuales y grupales.
  
  
• Disminuye el riesgo de errores en el trabajo de todos los días, porque evita el ingreso manual de información y estandariza procesos, métricas y modalidades de trabajo.
  
  
• Permite salir fortalecidos más rápidamente de la crisis, al generar ventajas competitivas a las empresas que desean ser las primeras en marcar la diferencia cuando este contexto se revierta.
  
  
• Evita el riesgo de pérdida de información: sabemos que las empresas temen alojar datos internos en nubes públicas, por eso la migración a la nube propia se enfoca también en la ciberseguridad como otro factor central. 
  
  

Los beneficios de la virtualización están bien fundados. Mantenerse operativamente en pie y optimizando recursos es fundamental para propiciar una rápida recuperación en el futuro. En definitiva, el cloud computing potencia el rendimiento del equipo, permite un aprovechamiento de las oportunidades del contexto y beneficia el rendimiento económico de los recursos de la empresa.

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Pasos para iniciar el camino hacia la computación en la nube

La transición es simple y el principal componente es tener en claro los objetivos de la empresa. El cambio de paradigma trae un enorme abanico de beneficios y solo requiere de unos simples pasos: 

• Definir un equipo conjunto que integre las áreas de planificación comercial y de TI para fijar la estrategia, definir el presupuesto, identificar a los actores claves en la nube y establecer métricas.
  
  
• Establecer una ruta de migración óptima. Esto quiere decir  diseñar su enfoque en función del valor de la información que decidirán cargar o migrar para el trabajo y los objetivos definidos.
  
  
• Definir un modelo operativo de nube de destino para su transición. Generalmente se adopta una infraestructura similar a la existente y, con el tiempo, ésta va cambiando hacia un enfoque de centro de excelencia (COE). La principal ventaja del cambio es que la información centralizada puede ayudar a adaptar los servicios para satisfacer necesidades operativas específicas.
  
  
• Poner foco en la ciberseguridad para garantizar el resguardo adecuado del propósito inicial. Definir roles, accesos, clasificar información, etc. son pasos claves para hacer frente a las amenazas a la seguridad. Las organizaciones deben prever estas cuestiones, pero hay muchas soluciones muy desarrolladas disponibles que pueden ayudar a impulsar una arquitectura de máxima seguridad.
  
  
• Preparar la arquitectura tecnológica para el futuro: las plataformas en la nube permiten a las organizaciones flexibilizar y construir rápidamente nuevas capacidades, porque el cambio es lo único constante y estar preparados para esto es un valor central en el contexto actual.

Disponibilidad, agilidad y flexibilidad. Son las tres caras del éxito en el mercado actual. Trabajar de esta forma permitirá a las empresas lograr el objetivo principal de dar respuesta a las necesidades de la nueva normalidad, pero también de estar en condiciones de generar nuevas oportunidades de negocio y de crecimiento en la era post pandemia.