Está claro que se necesitan datos para gestionar el negocio. Pero ¿dónde están?. En tiempos de transformación digital, hay datos por doquier dentro de una organización: en planillas de cálculo, en motores de bases de datos (como SQL Server o similares), en correos electrónicos, en presupuestos, en tickets de post-venta, en registros de conversaciones con potenciales clientes, etc. Hay un mar de datos, y es necesario saber dónde están los cardúmenes, dónde suelen reunirse las especies más interesantes, dónde se hallan los corales y dónde las algas, es decir, poder identificar dónde hay algo de valor.
Para una compañía que toma la decisión de hacer girar la gestión de su negocio en torno a los datos clave de la operación (o, dicho de otra forma, ser una empresa data driven), es fundamental contar con un catálogo de datos (data catalog) que permita, a quienes deben analizar esos datos, encontrar lo que necesitan en cada momento. Incluso, enterarse oportunamente de que hay información significativa incorporada recientemente a alguna de ‘las redes’ que capturan datos, en diferentes formatos y con diferentes características.
Por lo tanto es importante hacer una buena gestión de datos lo más automatizada posible porque, si no, se podría recibir un tsunami de información, es decir, un volumen que complique más de lo que podría aportar.
A continuación, algunos tips a seguir para poder lograr un catálogo de datos para que puedas obtener valor para el negocio de los datos:
Logre consensos entre diferentes áreas, respecto del significado de cada término, de forma tal que “cliente”, “prospecto”, “reclamo”, “producto”, etc., signifiquen exactamente lo mismo para toda la compañía. Plasme esto en un documento de consulta permanente.
Desarrolle -o solicite apoyo externo especializado para desarrollar- un modelo de datos, que esté compartido por todas las áreas, e integrado con los diferentes sistemas. Además, que sea fácilmente explorable y explotable.
Implemente mecanismos de valoración de los datos y recomendación, que permitan identificar a quiénes conocen más de cada tipo de información.
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Dado que los datos son un activo estratégico, se hace indispensable tener control y gobernanza sobre ellos, incluso si se trabaja con infraestructura en la nube para poder obtener el máximo valor. Para esto, es necesario poner en primer lugar el ‘pensar en los datos’, para planificar cómo capturarlos, ordenarlos y utilizarlos. Por otra parte, es imprescindible estructurar la arquitectura necesaria para acceder a ellos en todo momento, rápidamente, en cualquier sistema, aplicación o dispositivo en el que se encuentren, resguardando políticas y normativas referidas a seguridad y privacidad.
“No contar con un sistema de gestión de datos moderno puede dar lugar a una operación fragmentada y con ‘islas’ de información que no se gestionan de forma coordinada”, comenta Hande Sahin-Bahceci, senior marketing líder del área de Datos e Inteligencia Artificial de Hewlett-Packard Enterprise.
Luego, hay otro desafío que es la democratización de datos dentro de la organización y en el ecosistema, con socios de negocios. Partir de un buen catálogo de datos es el puntapié inicial para que la información sea de utilidad para toda la empresa y se logre una vista 360 del negocio.
En tiempos de cambio y evolución sin precedentes, los negocios ya no pueden darse el lujo de no invertir en una buena gestión de datos. Porque no contar con información fiable y accesible es como navegar a ciegas en un mercado cada vez más selectivo y competitivo.
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