En un mundo donde la digitalización es lo primero y la importancia de los datos ya no se cuestiona, cada vez quedan más pruebas que para que la transformación sea profunda las organizaciones necesitan plantearse una estrategia de gestión de datos. Veamos a continuación por qué.
El 98% de las organizaciones están en un viaje de transformación digital. Sin embargo, aún es necesario, en la mayoría de los casos, resolver la fragmentación y la complejidad de tecnología, datos y personas. ¿Qué quiere decir esto? Que tenemos sobradas pruebas de que las organizaciones con mayor liderazgo en datos tienen 3 veces más probabilidades de estar bien encaminadas.
A continuación tres dimensiones fundamentales para enfocar el cambio, según IDC:
Tecnología: resolver cuestiones técnicas pendientes es la manera de reducir los gastos generales de gestión y operaciones. Las organizaciones con datos optimizados tienen 14 veces más probabilidades de utilizar una arquitectura de datos empresarial completa que abarque híbridos y multinube, lo que simplifica la integración de datos, la inteligencia y el control para una mayor eficiencia y valor comercial.
Datos: resolver la fragmentación y la complejidad de los datos da como resultado niveles más altos de valor comercial. Las organizaciones de datos optimizados tienen 17 veces más probabilidades de saber que se requieren mejoras importantes en la forma en que los análisis se integran en la toma de decisiones comerciales.
Personas: centralizar las funciones de datos y análisis reduce la fragmentación de personas y aumenta el valor empresarial a través de una mayor colaboración y eficiencias. IDC señala que el 70% más de las organizaciones de datos optimizadas tienen funciones de análisis y datos centralizados en comparación a las organizaciones reactivas.
La fragmentación y la complejidad de los datos son un problema generalizado que desvían energía y hacen que el liderazgo de datos no llegue realmente a la innovación. Por eso este año el concepto que atraviesa a todo es el de digital-first, una noción que nos invita a entender el valor de la eficiencia, de la estandarización, la automatización y la centralización para convertirnos en líderes digitales.
La nueva gestión de datos y la transformación digital que esto trae aparejado nos exige preparar el terreno para una nueva cultura data-driven en la que las decisiones inteligentes basadas en datos sean la base de toda operación. Está comprobado que las organizaciones de datos optimizadas, que logran una visión 360 del negocio, obtienen más del doble del valor comercial de los datos y están resolviendo problemas de fragmentación y complejidad en las dimensiones de datos, tecnología y personas para generar un mayor valor comercial a partir de sus datos.
Se trata de generar estrategias con objetivos más orientados al "valor" en comparación con las organizaciones reactivas y que incorporen datos precisos y actuales en cada toma de decisiones. Se llama Data-first o Eficiencia de datos y quiere decir lograr que los datos tengan un impacto positivo en el resultado final de las empresas.
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Los sectores más sumergidos en el proceso de transformación digital son los Servicios Financieros (87,5%), el área de Consultoría (82,4%), empresas de Tecnología (80%) y Servicios (77%). Todas ellas, empresas con un alto caudal de datos puestos a trabajar para ofrecer mejores experiencias digitales a sus clientes y usuarios.
Un claro ejemplo de esta agilidad, mindset centrado en datos y transformación digital es el de Mastercard, que advirtió la necesidad de adaptarse al cambio de comportamiento de sus clientes en toda la región y, a medida que sus consumidores se volvieron más conocedores y móviles tecnológicamente, decidieron anteponer la innovación en sus sistemas de pagos como prioridad urgente. La empresa, que ya tiene un largo recorrido en materia de innovación tecnológica, sigue sumando socios fintechs para construir el futuro de los pagos con una mirada Digital-first a través de su plataforma Engage.
La posibilidad de generar una curva de crecimiento exponencial está al alcance de todos pero es necesario que las empresas se animen a llevar la transformación a su ADN para cambiar en las tres dimensiones: tecnología, datos y personas.
¿Está tu empresa lista para llevar la experiencia digital a otro nivel liderada por datos?