No son pocos los analistas que plantean que, a diferencia de lo que indicaría el sentido común, los períodos de recesión son los mejores para invertir. Uno de los argumentos más importantes es que luego de la tormenta, si maximizamos el tiempo y los recursos para prepararnos, estaremos mejor parados que la competencia o al menos no habremos quedado rezagados. Y si pensamos que hoy en día el mayor activo de que dispone una empresa son sus datos, invertir en ellos —administración, cleaning, análisis de los datos— es la mejor estrategia que podemos valorar a mediano y largo plazo. ¿Por qué? 

¿Invertir es contraintuitivo?

En medio de un proceso de transformación digital contextualizado por la pandemia del Coronavirus, la tendencia actual más grande e inmediata es un movimiento hacia la contención de los costos. 

Sin embargo, aumentar el gasto en TI ahora es el mejor movimiento posible para la actual retracción y para la planificación post-pandémica. 

Algunos cambios que estamos viendo y que justifican una inversión en TI son:

• El aislamiento social llevó a que el trabajo sea mayormente remoto. Esto, sin dudas, abrió las puertas a nuevas tecnologías que facilitan las interacciones laborales.
  
  
• Por el otro, el ingreso de datos de múltiples fuentes puede ser confuso, por lo que la optimización de los datos se convierte en una necesidad básica.
  
  
• El aumento de las ventas online implica la necesidad de contar con herramientas tecnológicas que permitan automatizar las operaciones.
  
  
• La atención al cliente es puramente virtual: eficiencia y rapidez son dos de los pilares que la tecnología puede brindar.

Ahora bien, una de las ideas que predomina es que, incluso cuando la crisis haya pasado, se habrán formado nuevos hábitos y el mundo luego de la pandemia tendrá un aspecto muy diferente del mundo pre-pandémico. Para poder acompañar este nuevo mundo que se va forjando, resultará casi indispensable realizar un cambio en la inversión de TI.

Invertir en datos: ¿por qué?

Pero, si vamos al fondo de la cuestión… ¿invertir en qué? ¿En tecnología, en infraestructura, en conectividad? ¿Hardware o software? La respuesta que arriesgan muchos analistas es: ¡datos! Pero ¿qué significa invertir en datos?

Una de las respuestas es fortalecer la gobernanza de los datos., o sea que las compañías mejoren sus estrategias de análisis de datos para tomar el pulso de sus operaciones. No son pocos los CIOs que han visto un aumento en las solicitudes de análisis de datos y los líderes empresariales buscan más instrumentación en tiempo real de la salud de su negocio, incluida información sobre los clientes.

En un momento en el que estamos tomando decisiones diariamente con información cambiante y con factores fuera de nuestro control, el análisis de los datos es crucial.

Para beneficiarse del data insight, las empresas deben lograr una cultura organizativa basada en los datos. Eso implica:

• Que los miembros del equipo sean expertos en datos: en las organizaciones eficientes, los empleados tienen que ser capaces de realizar su trabajo, interpretar los datos que miden su rendimiento y ajustar lo que hacen en consecuencia. Todas las empresas deben hacer un esfuerzo para contratar y capacitarse para lograrlo, incluso en funciones que no estén explícitamente dedicadas al análisis de datos.
  
  
• Que las decisiones se basen en datos: los líderes de todos los niveles deberán apuntar a que las decisiones se basen en informes sobre las métricas de crecimiento pertinentes. Esto ayuda a asegurar que los accionares no se tomen por "instinto visceral" y que los fondos limitados se gasten donde puedan tener el mayor impacto.
  
  
• Establecer canales de comunicación entre departamentos: esto asegura que los líderes de toda la empresa puedan comparar los resultados y ayudar a la empresa en su conjunto a alcanzar los objetivos de crecimiento. Los problemas y las soluciones rara vez están aislados en una sola sección de una empresa, sino que los equipos a menudo se convierten en compartimentos estancos, especialmente en las organizaciones en crecimiento, en las que los procesos pueden surgir ad hoc porque no existe un sentido de finalidad general. La deliberación sobre la comunicación entre departamentos puede aliviar este problema.
  
  
  

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Si pensamos en un escenario post pandemia, en donde los cambios que se dieron en la forma de trabajar y relacionarnos con nuestros clientes parecieran haber cambiado para siempre, invertir en TI y especialmente en fortalecer la gestión de los datos es clave. Aseguramos que toda la organización genere información valiosa para que sean los datos los que nos permitan resolver problemáticas y tomar decisiones acertadas, hoy es un tema que no debe faltar en la agenda.