La nube propicia agilidad, innovación y crecimiento para los negocios. Es por eso que  cada vez más empresas deciden migrar a la nube. Las aplicaciones no son la excepción y en la transformación digital acelerada que venimos experimentando, un ambiente que brinde flexibilidad, escalabilidad, accesibilidad a los datos y velocidad es casi un requisito. O se busca desarrollarlas en la nube, cloud native, o se encara el traspaso a la nube de las aplicaciones existentes.

Veamos cómo llevar a cabo lo segundo.

El primer paso será definir un plan de cómo abordar la migración de cada una de las aplicaciones y en qué orden lo van a hacer. Este plan puede estar sujeto a cambios a medida que avanza la migración y va a depender mucho de cómo son sus sistemas.

La complejidad de migrar aplicaciones a la nube varía según la arquitectura y los acuerdos de licencia existentes.

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3 estrategias para la migración de aplicaciones a la nube

Las capacidades de la organización, el plazo disponible para completar el proyecto y las expectativas generadas por el plan de pasar aplicaciones a la nube determinarán la estrategia a aplicar. Existen muchas formas diferentes de conseguirlo y acá resumimos las 3 más populares:

1. Replatforming
2. Rehosting
3. Recompra

Veamos qué implicancias tiene cada una de ella.

1. Replatforming: consiste en reubicar, por ejemplo, un e-commerce, trasladándolo a una plataforma diferente. Esta acción puede buscar la optimización en la nube o la consecución de algún beneficio tangible, aunque su principal característica es que se lleva a cabo sin que varíe en absoluto la arquitectura central de la aplicación. Al decidirse por esta forma de migrar aplicaciones a la nube hay que tener en cuenta si se prefiere recurrir a una plataforma totalmente gestionada por el proveedor, como sería el caso de la de Amazon Elastic Beanstalk, o si, por el contrario, resulta más conveniente optar por una plataforma de base de datos como servicio. Esta alternativa es recomendable cuando los sistemas de legado empiezan a fallar o si el negocio encuentra que se necesitan nuevas funcionalidades.
   
   
2. Rehosting: se trata del movimiento hacia un nuevo desarrollo que muchos proyectos centrados en la migración de aplicaciones a la nube llevan a cabo, usando capacidades nativas cloud, pero en un escenario de migración heredado. La meta es escalar la migración rápidamente para cumplir con un caso de negocios. La gran ventaja de esta opción es el ahorro de costes que implica y el hecho de que, por lo general, las aplicaciones son más fáciles de optimizar y rediseñar una vez que ya se están ejecutando en la nube.
    
3.  esta estrategia consiste en aprovechar las soluciones preconfiguradas listas para la nube. Para muchos es la forma más rápida de acceder a cualquier entorno de la nube, incluso a los más complejos de manera sencilla. Al utilizar estas implementaciones preconfiguradas, una gran parte del trabajo de migración de estas aplicaciones ya está hecha. Decantarse por este atajo es económico, fácil y muy rentable. En la práctica, la recompra (también conocida como repurchasing, consistiría, por ejemplo, en pasar de un CRM a Salesforce o de un CMS a Drupal).

Sin embargo éstas no son las únicas estrategias para el traslado de aplicaciones a la nube. Hay otras como el refactoring, el retain o el retire. ¿Cuál crees que garantizaría un mejor resultado en tu negocio? ¿Sabes cómo elegir la opción que más te conviene?

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La cuestión ya no pasa por si nube o no nube sino en cómo trabajar con ambientes multi-cloud, híbridos, desarrollar cloud-native o como migrar aplicaciones existentes. Ya no es moda ni tendencia. Es un requisito para la supervivencia de los negocios.