Calidad de datos en proyectos de Basilea I, II y III

La calidad de los datos es un requisito esencial dentro de las exigencias que establecen los acuerdos de Basilea, exigiendo estrategias de integración que cubran todo el ciclo de vida de los datos.


 basilea i ii iii

La calidad de los datos es un requerimiento esencial dentro de las exigencias que establecen los acuerdos de Basilea (Basilea I, Basilea II, Basilea III), englobado en un modelo que implemente una estrategia integradora para ganar en agilidad, transparencia y precisión, evitando errores e inconsistencias, imprecisiones, errores y, en suma, un escenario de datos defectuosos que pueden acarrear grandes problemas para las compañías.

Velar por la calidad de los datos que se encuentran en los diferentes sistemas de la empresa, efectivamente, precisa de actuaciones que cubran todo el ciclo de vida de calidad de los datos, desde un profundo conocimiento del contenido y estructura de los datos, hasta un seguimiento de su evolución gracias a un control de la información llevado a cabo a partir de los indicadores de calidad creados. 

Datos de calidad en un entorno integrado

Para responder a las necesidades de los proyectos de Basilea son necesarias soluciones que abarquen el ciclo de vida completo de la calidad de datos para controlar la información y garantizar su calidad mediante la creación de reglas que automaticen las tareas y los procesos que, por otra parte, deben ser revisados de forma regular. 

Para ello se requiere llevar a cabo una serie de operaciones que  detectar, medir y analizar los problemas de calidad de datos. Es necesario perfilar los datos cuando se introducen en los distintos sistemas o durante los procesos para estandarizar y normalizar cualquier tipo de dato, corregir registros erróneos, duplicados y también enriquecerlos, siempre dentro de un proyecto de integración de datos. 

Reducir riesgos y ser más productivos

Una gestión de datos eficaz, diseñada para responder a las exigencias de los acuerdos de Basilea también ayuda a obtener mejoras en los resultados de negocio. Se trata, en fin, de adaptarse a los requerimientos de éstas y otras regulaciones, al tiempo que las organizaciones resultan beneficiadas en un sinfín de aspectos esenciales para su operatividad rutinaria como la mejora de la agilidad y dinamismo, al tiempo que mejora la relación con el cliente, así como su satisfacción.

A su vez, desde un enfoque global, ajustarse a las normativas y convenios como los de Basilea mediante una idónea gestión de datos supone un enriquecimiento de la información, ahora con un mayor valor añadido.

Únicamente una solución integral y flexible facilitará a largo plazo un exitoso gobierno de datos que se ajuste a las recomendaciones elaboradas por el Comité de Basilea, capaz de anticiparse a las necesidades, de reducir el riesgo operacional, crediticio y de mercado, así como de facilitar información clara sobre el perfil de riesgo, sobre las actividades y controles empleados para minimizarlos o elaborar informes fidedignos y lograr esa mayor transparencia que se pide. 

Asegurar el control y la supervisión de la procedencia y destino de cada dato o valor, poder medir la calidad de los datos y reportarse para apoyar la valía de los informes es una necesidad de las entidades bancarias o, por ejemplo, poder evitar descuadres e identificar incidencias para tener capacidad de reacción. Igualmente, todas estas adaptaciones se traducen en una gestión más eficaz, en la posibilidad de aprovechar más oportunidades y de lograr una mejora e incremento tanto de la productividad como de los beneficios.

Fuente imagen: Stuart Miles /  FreeDigitalPhotos.net

 

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