El término metadatos, los datos sobre los datos, cada vez adquiere más interés en todos los sectores, tanto públicos como privados, puesto que desempeña un papel muy relevante en el conocimiento de las actividades, actitudes, gustos y compras de los usuarios de la red.
Cualquier institución, gobierno o empresa debe considerar la gestión del metadata como un activo muy valorado y beneficioso, puesto que la información que generan los datos proporciona una búsqueda más directa del usuario y define el objetivo al que se quieren acercar. Es decir, los metadatos contienen las particularidades de cada uno de los datos o archivos que disponemos y de manera global nos dan acceso a un examen muy interesante y útil en el momento de administrar estos datos. En especial, los metadatos cloud son los que actualmente ocupan la mayor relevancia en el mercado por la facilidad de acceso a los mismos y por toda la información que reúnen de forma instantánea.
Disponer del mayor número posible de metadatos sobre de los usuarios nos acerca con mayor precisión y validez a lo que queremos ofrecer a cada interesado. Es por ello que estudiar, valorar y comprender los datos nos dará un enorme potencial.
Una de las mejores formas de utilizar los metadatos es poder aprovecharlos para condensar detalles que clasifiquen a los clientes o líneas de negocio. La información contenida en los metadatos provee a su vez información sobre quién genera esos datos, lugar, hora, etc. Ese catálogo de datos o repositorio se presupone fundamental para crear una estrategia en la que podamos implementar y establecer las herramientas necesarias para llegar al usuario.
La demanda relacionada con datos crece constantemente en las organizaciones.(…) Las expectativas de los datos en los ambientes de datos cada vez más complejos y distribuidos están cambiando el foco de las organizaciones de gestión de datos a gestión de metadatos, con la esperanza de que si la data es inmanejable, los metadatos serán más fáciles de domesticar. Fuente: Gartner |
Hoy por hoy ya no podemos hablar de la nube, sino de las nubes, puesto que los metadatos que se acumulan y gestionan en estos servidores remotos cuentan con diferentes plataformas, ya sean las grandes como Azure, AWS o plataformas más específicas como las aplicaciones Salesforce, Workday, u Oracle, entre otras. Esta cantidad creciente de información, que a priori pensábamos que nos facilitaría la gestión de datos, puede convertirse en una maraña difícil de manejar si las organizaciones de diverso tipo no delimitan, establecen, disponen y utilizan esos metadatos con una estrategia clara y precisa hacia sus objetivos.
Para ello, es imprescindible establecer los metadatos que hemos ido acumulando a lo largo del tiempo en diferentes aplicaciones de la nube para realizar una clasificación más eficiente de los datos que tenemos y limpiar aquéllos que no son necesarios así como depurar las entradas que estén duplicadas. De esta forma, podremos catalogar la información de una manera más fiable con respecto a nuestras necesidades, no expandir datos inconexos y tener una única fuente de búsqueda concentrada y ordenada.
Excluyendo los fallos y los datos sin sentido, podemos ajustar la eficacia de los mismos durante su período de vida. Gestionando los metadatos en un catálogo o repositorio concentrado, se obtiene una idea más fiable y perfeccionada de los datos desde su creación hasta su uso.
Los metadatos en la nube son el vínculo de sistemas de datos en distintas aplicaciones de bases de datos y servicios, abasteciendo bienes, mercancías y transacciones que formarán parte de nuestra actividad diaria. La gestión de los metadatos nos facilita la toma de decisiones que nos proporcionan ventajas sobre nuestros competidores, y así mismo, nos socorren a la hora de ser más operativos y eficaces.
Los metadatos son fundacionales para la gestión de datos y son el nuevo sistema operativo de las plataformas de datos. Con una solución de gestión de metadatos se pasa de un proyecto aislado a una visión comprehensiva que aplique para todos los casos de uso y así lograr una transformación digital data-driven, donde los datos son el activo principal del negocio.