Los procesos de migración de datos pueden obedecer a muy distintas causas, si bien en la mayoría de las organizaciones se trata de una actualización o de operaciones de mantenimiento. Es decir, por lo general son operaciones rutinarias, que se llevan a cabo de forma periódica.
En otras ocasiones, responde a necesidades de implementación de un nuevo sistema operativo o aplicación, reubicación de centros de atos o, por ejemplo, puede significar el traslado a un sistema existente a causa de fusiones o adquisiciones, pongamos por caso.
Sea como fuere, habida cuenta de que los datos son un activo estratégico de la organización, las buenas prácticas son un aspecto clave para que la transferencia se realice con éxito. Para ello, se hace necesario diseñar e implementar una estrategia de migración de datos eficiente.
Básicamente, una migración sin problemas requiere, sobre todo, eficacia en un ambiente controlado para asegurar la integridad de los datos y su compatibilidad, así como minimizar el tiempo de inactividad, ajustarse al presupuesto y hacerlo en un entorno seguro.
Tener en cuenta algunos de los errores más comunes a la hora de migrar una base de datos nos ayudará a adoptar buenas prácticas. Solo así será posible diseñar una eficaz estrategia, capaz de funcionar en la mayoría de entornos tecnológicos.
Contar con una metodología sólida para las migraciones permite reducir al mínimo el impacto comercial de la migración de datos. En la práctica, será clave evitar los errores más habituales, como pueden ser éstos:
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Carecer de la tan necesaria experienca en la migración, así como del necesario apoyo por parte del proveedor de almacenamiento son otros problemas que pueden malograr una correcta estrategia e implementación.