En un mundo digital-first las empresas que priorizan la gestión de datos están mucho más cerca de una transformación digital exitosa. Aquellas que no lo hagan, se perderán en  procesos largos y lentos, dedicando recursos a tareas monótonas y repetitivas que se traducen en pérdida de dinero y tiempo que bien podrían evitarse con la implementación de tecnología adecuada para el manejo de datos. Pero eso no es lo único en juego.

Además del impacto en los costos económicos, la consultora The Eyes destaca otro aspecto asociado a tener en cuenta: las empresas que no tienen una robusta gestión de datos se enfrentan a la posible pérdida de la confianza de sus clientes y una percepción negativa sobre sus servicios que, con el tiempo, es difícil de revertir. 

En una sociedad hiperconectada, los problemas de conexión y acceso, la lentitud de respuesta, errores en el servicio, pueden convertirse en el detonante para que un cliente deje de serlo; sumado a que un reclamo en redes puede provocar que otros también lo hagan. Evitar este tipo de pérdidas económicas y de reputación hoy es algo que la cultura data entre nos hace más simple.

¿A qué se debe esto? Los datos son claros e ilustran un mapa de preferencias actual:

• El comercio electrónico creció un 66% en 2020

• 45% de los usuarios de internet aumentaron el uso de herramientas tecnológicas 

• 82% de las personas en Latinoamérica compra online

• Los clientes gastarán 25% más en empresas cuya transformación digital favorezca su rápida y fácil adaptación al nuevo contexto.

Sabemos que en muchos sentidos los hábitos no volverán a ser los mismos que antes de la pandemia, pero sobre todo aquellos vinculados con el uso de la tecnología sentaron las bases de una nueva forma de operar, transaccionar y contactarse con las empresas. En este sentido, se espera que para 2023 las empresas que destaquen por su empatía y seguridad serán las que ganen 40% de mercado sobre las que no lo hayan hecho.

Esto nos deja un mensaje clave: las organizaciones que aprovechan los datos son las que mayores oportunidades tienen de captar a toda una porción de mercado con ávidas ganas y necesidad de operar en el espectro online.

Primero digital y primero los datos

El mundo digital-first y data-first necesita de una cultura data-driven en la que el manejo de datos sea más eficiente y seguro. Para lograrlo, los expertos de IDC explican que:

• Se necesita gestionar más volúmenes de datos en menos fuentes para facilitar la administración y el control de toda esa información.
  
  
• Evitar la fragmentación es la mejor forma de simplificar el trabajo diario con datos
  
  
• La estandarización de datos administrativos es un paso fundamental que hasta ahora solo el 6% de las empresas han aprovechado
  
  
• La automatización hace posible la escalabilidad de datos, algo que en la práctica solo el 37% de las empresas empezaron a transitar.

Cuando una organización logra instalar internamente la capacidad para aprovechar los datos, está impulsando automáticamente el éxito digital.

No es magia, sino un orden matemático de situaciones encadenadas: los líderes de datos optimizados tienen tres veces más probabilidades de ser líderes digitales y la madurez del liderazgo de datos se mide agregando respuestas a preguntas sobre el estado actual de los datos, la tecnología de datos, la organización y la arquitectura.

El 2022 nos invita a ser partes de un nuevo eslabón evolutivo en el que la principal prioridad presupuestaria para la organización de datos optimizada sea crear una vista de 360 ​​grados del cliente con gestión de datos maestros. La gobernanza y la privacidad de los datos garantizan que la persona adecuada utilice los datos correctos por los motivos adecuados y eso garantiza una transformación digital profunda.  Cada pequeño paso en la cadena evolutiva digital exitosa va de la mano con un paso hacia trabajar mejor los datos.

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¿Está tu organización dando pasos seguros hacia el futuro digital first con datos?