Al hablar de sistemas de datos es frecuente escuchar que los términos data governance y data management se emplean de forma indistinta, casi como si se tratase de la misma función. En realidad no es así y, confusiones de este tipo pueden afectar a la capacidad para comprender la realidad del negocio, determinar el valor de la información y tomar las decisiones correctas.
Los datos son el activo corporativo más valioso, permiten diseñar estrategias y planificar acciones. La comprensión de las diferencias entre el gobierno de datos y su gestión, o entre ésta y la gestión de la información permite a las organizaciones identificar brechas en sus enfoques y crear una base que impulsará la calidad de los datos, mejorando la capacidad para tomar decisiones bien informadas.
A través de la gestión de la información se administra a personas, procesos y tecnología en una empresa, buscando maximizar el control sobre la estructura, el procesamiento, la entrega y el uso de los datos necesarios a efectos de gestión y de inteligencia de negocio. Pero, este área abarca tanto la información electrónica como la física.
La estructura de la organización debe ser capaz de gestionar esta información a lo largo de su ciclo de vida, independientemente de la fuente o formato para asegurar la entrega efectiva a través de múltiples canales y dispositivos, en cualquier lugar y momento.
Dentro de la gestión de la información se distinguen funciones como:
Es importante tener en cuenta que el gobierno de datos se identifica como el componente principal de la gestión de datos, y se encarga de cohesionar las otras 9 disciplinas.
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El Diccionario DAMA de Gestión de Datos define gobierno de datos como "el ejercicio de la autoridad, control y toma de decisiones compartida (planificación, el seguimiento y la aplicación) a través de la gestión de activos de datos".
DAMA ha identificado diez funciones de la gestión de datos, entre las cuales destaca data governance como componente principal. El gobierno de datos es necesario con el fin de ejercer la autoridad que permite, entre otras cosas:
Minimizar en lo posible la aparición de silos de información.
Reducir los costes asociados a los mismos (ya que requieren más licencias, más hardware, más mano de obra (análisis de la duplicación, el modelado, la gestión).
Disminuir los esfuerzos de integración de la información que serían precisos sin un gobierno adecuado de los sistemas de datos.
Los datos son un activo insustituible y su calidad debe ser preservada si no se quieren sufrir las consecuencias de una pérdida de visión. El gobierno de los datos, ejercido de forma colaborativa a través de las distintas unidades de negocio, no sólo beneficia a la integridad de la información, sino que resulta esencial para asegurar el futuro del negocio.