Cómo lograr el éxito en tu estrategia de datos

Una gestión de datos implementada mediante los sistemas adecuados es esencial para garantizar que la información sea fiable. Se trata de lograr datos limpios, coherentes y conectados, que ofrezcan la confianza necesaria para la toma de decisiones cotidianas y estratégicas.

Sin embargo, obtener datos fiables no es una tarea sencilla. Por un lado, los datos se encuentran dispersos en servidores, la nube, dispositivos móviles, ordenadores de escritorio, diferentes aplicaciones y redes sociales y, por el otro, utilizar datos de mala calidad puede costar tiempo y dinero e impactar negativamente en los resultados de negocio. 

Entonces, ¿cómo optimizar la calidad de los datos para mejorar la estrategia? 

Data Quality: un imperativo para tu empresa 

La calidad de los datos es un imperativo para las organizaciones no sólo como respaldo de los procesos cotidianos sino también para garantizar resultados adecuados a la hora de integrar tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización. Si los algoritmos insumen información incorrecta, las respuestas o soluciones obtenidas serán ineficientes y contraproducentes.

Por este motivo, es importante que la estrategia de datos cumpla con los criterios de precisión, integridad, validez y coherencia. Estos estándares de calidad garantizan que las decisiones data-driven alcancen sus objetivos comerciales y estratégicos.  

Al mismo tiempo, los datos de calidad habilitan un conjunto de beneficios clave como la correcta medición del desempeño de diversos indicadores para implementar mejoras y mayor satisfacción al cliente al obtener visiones completas de los consumidores actuales o potenciales y los productos y servicios más adecuados para ofrecerles. 

6 pasos para optimizar la calidad de tus datos 

Optimizar la calidad de los datos es un proceso continuo que requiere el compromiso no sólo de los directivos, expertos en IT y puestos de alta gerencia sino también de cada empleado o usuario que los utiliza como insumos. 

A continuación, se enumeran una serie de pasos que pueden darse para avanzar hacia unos datos fiables partiendo de un diagnóstico e identificación de la situación en la que se encuentra la organización. 

1. Definir metas: identificar los objetivos de negocio permitirá que la estrategia de datos contribuya a crear el valor esperado. Antes de asignar funciones y responsabilidades hay que plantearse si existe una buena comunicación y si se dan las condiciones óptimas para la colaboración entre el área de IT, operaciones y negocio. Por último, es importante asegurarse de que cada una de las actividades del plan de gestión de datos contribuya a aportar visión.
    
2. Determinar indicadores: de las metas generales habrá que pasar a los objetivos específicos. Éstos, a su vez, se tendrán en cuenta a la hora de pensar en las métricas necesarias y definir KPIs.
   
   
3. Plantear una hoja de ruta: la guía partirá del análisis de la situación actual del negocio, revelando sus carencias en materia de gestión de datos, identificando los puntos fuertes y marcando las directrices a seguir por la iniciativa. En este paso debe incluirse también una estimación de las necesidades en materia de presupuesto y recursos asociadas al proyecto.
    
4. Fomentar la participación de los usuarios: interactuar con los usuarios finales permite adquirir una visión más completa de los sistemas y aplicaciones, de los objetivos y los procesos que llevan a alcanzarlos y las mejoras que pueden implementarse. En base a un sistema de entrevistas se pueden identificar los elementos de datos que en mayor medida contribuyen al éxito empresarial.
   
   
5. Evaluar costos y beneficios de la propuesta: con la vista puesta en medir el ROI, hay que analizar la estrategia por completo, con todas sus implicaciones y tomando en consideración la variedad de puntos de vista que enriquecen el proceso, y a la que se puede acceder gracias a la intervención de los usuarios para complementar la visión integral de la Dirección.
   
   
6. Diseñar el caso de negocio: es el punto culminante del plan que entregará datos confiables, elevando los estándares de calidad de la organización y mejorando la precisión de la toma de decisiones. 

Para lograr mejorar la integración y calidad de datos es necesario el compromiso de toda la organización con la estrategia de datos que se defina. Contar con las herramientas adecuadas y un socio estratégico de tecnología puede ahorrar mucho tiempo y esfuerzo. La clave para diseñar la hoja de ruta está en identificar las necesidades y los objetivos de negocio, armar el business case y encontrar la solución adecuada para cada empresa.