Los cambios tecnológicos de los últimos años han provocado transformaciones claves en el papel de los líderes de TI, y el nuevo rol del Chief Information Officer (CIO) no escapa a esta circunstancia. Muy al contrario, su rol ha sufrido un cambio importante que supone una evolución sustancial.
Sin necesidad de entrar en detalles, a priori es fácil entender que ser administradores de la era digital significa supone un cambio considerable. Sin miedo a exagerar, implica un antes y un después. ¿Pero, estamos hablando de una amenaza o de una evolución? La revolución tecnológica que está teniendo lugar exige una transformación acorde con las necesidades que ésta pone sobre la mesa, pero ni mucho menos cabe plantear que sea prescindible su figura.
Un perfil menos técnico
La posición del CIO está experimentando un proceso de adaptación muy significativo, acorde con estas nuevas coordenadas. Puesto que la forma de hacer negocios ha cambiado, una visión tradicional no puede hacer frente a las implicaciones de la tecnología en el negocio ni tampoco a su potencial para influir en éste de forma impredecible. Así pues, el desafío para las organizaciones es crear nuevos modelos y oportunidades de negocio.
Ello implica desde una nueva forma de pensar en el diseño organizacional hasta una insoslayable necesidad de fomentar la eficiencia y la inovación en un mundo que se mueve a velocidad digital y habla un nuevo idioma, dotando al componente tecnológico de una importancia inédita hasta ahora.
Para entender el papel del CIO hay que tener en cuenta que, en el actual contexto, de un modo u otro todas las empresas son empresas de tecnología. Más allá de su tradicional cometido, adopta un creciente papel en el desarrollo de
Por otra parte, se observan más profesionales en entornos menos técnicos. Habida cuenta de que la computación en la nube está desplazando a las infraestructuras locales, el CIO puede concentrarse más en áreas relacionadas con el negocio.
Por lo tanto, puede involucrarse más en los problemas que ayuden a las empresas a dar respuesta a sus necesidades tácticas y estratégicas. Pero ello no significa que no esté al tanto de lo tecnológico. Aunque los sistemas híbridos son muy habituales, en su labor de asesoría tecnológica no siempre se enfoca tanto en la plataforma física.
El hardware está dejando paso al software en el entorno empresarial, y en este sentido su papel se centra en orientar sobre la mayor o menor conveniencia de unos u otros proveedores de la nube, en función de sus niveles de servicio. Serán importantes conceptos como disponibilidad de servicio, precio, seguridad de la información e integración para lograra el valor de negocio que se necesita cuando se llevan a cabo los flujos de trabajo.
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Un papel clave en la organización
El nuevo CIO, en efecto, tiene un papel protagonista en este cambio y en su sustancial influencia, y su papel es fundamental para que se produzca de forma óptima. Tanto para realizar procesos operativos como para tomar decisiones en el seno de la organización. Al ser el punto de confluencia de las necesidades empresariales y la tecnología, su versatilidad y adaptación al nuevo contexto se hace imprescindible.
No en vano, se trata de un cambio impulsado por la tecnología (cloud computing, dispositivos móviles, análisis de datos, globalización o, pongamos por caso, medios sociales y sensores) que la trascienden y reclaman cambios constantes en sus procesos para mantener la competitividad.
Tan fundamental que acaba transformando también las ideas, percepciones y formas de hacer negocios. Si bien anteriormente ha habido otros ciclos anteriores de cambio de TI, no dejaban de ser cambios evolutivos que no obligaba a inventar un nuevo modelo de negocio de los servicios tecnológicos de la empresa.
Desde esta visión, el rol del CIO puede considerarse más importante que nunca. Igualmente, el equipo de TI al completo está más obligado que nunca a traducir las necesidades del negocio en capaciades técnicas que permitan establecer ventajas competitivas. Junto al CIO, así pues, será necesario contar con profesionales de nueva generación que faciliten diseñar esta nueva arquitectura empresarial.