La Inteligencia Artificial, una ciencia avanzada al servicio de múltiples aplicaciones, llegó para cambiar la manera de manejar los datos e información en las empresas. Esta tendencia tecnológica tan prometedora que está marcando de un modo impactante cada uno de los ámbitos de nuestra vida, se basa fundamentalmente en la recopilación de gran cantidad de información que se almacena en bases de datos inteligentes para su posterior análisis y comprensión.
Cuando nos referimos a la inteligencia de datos es porque, en esencia, esta es la finalidad de la IA: no solo sumar información, sino gestionarla de manera inteligente. Por eso hoy el objetivo de todas las aplicaciones es cambiar el modo de hacer las cosas mediante el conocimiento que nos aporta este tipo de análisis de datos: No se trata de almacenar la información sin más, sino de interpretarla.
Un gran ejemplo de este proceder lo tenemos en los vehículos de conducción autónoma: automóviles que tienen la inteligencia de responder por sí solos a imprevistos y a condiciones que cambian rápidamente. Su método se basa en la inteligencia de los datos: después de recopilar una cantidad incontable de información, saben darle un significado y actuar en consecuencia.
Cada dos años las empresas duplican -como mínimo- la cantidad de datos que almacenan. Pero muchas de ellas se quedan ahí, no avanzan en la gestión de su información. En la práctica, esto termina siendo un reduccionismo que deja de lado las potencialidades que tenemos a nuestro alcance. Las empresas se quedan a mitad de camino.
Hablar de inteligencia, en cambio, nos lleva hasta un estadio en el que es posible comprender que la información tiene que ser segura y estar conectada, y también que los nuevos desarrollos de negocio necesitan algo más que información: conocer el porqué de los datos y detectar cuándo y dónde se producen.
El futuro de la informática en general y de la administración de datos en particular, pasa por avanzar mucho más en el proceso, creando plataformas de información inteligente. Dicho de otro modo, el reto a corto plazo es la utilización de bases de datos inteligentes que sepan comprender y razonar.
La base de datos inteligentes reside en dos componentes esenciales que toda empresa debe incluir en sus plataformas de gestión de la información o data management, que son:
Se trata de combinar la base de datos tradicional con las técnicas desarrolladas en el campo de la Inteligencia Artificial. Esta unión hace posible gestionar conocimiento complejo a través del procesamiento de información simple.
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Vivimos en una era digital marcada por los datos como eje principal de cualquier actividad empresarial, por eso el enfoque de la gestión de la información debe saber aprovechar todos los beneficios que ofrece la tecnología avanzada.
El hecho de integrar las técnicas de la Inteligencia Artificial en las bases de datos ofrece estas ventajas:
Las bases de datos inteligentes no se limitan a leer los datos, sino que los interpretan. El objetivo es dar un paso más en la carrera de la Inteligencia Artificial y aprovechar los grandes beneficios que su aplicación ofrece a las empresas en la gestión de su información.
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