Una estrategia de gestión de datos maestros (MDM) asociados a cualquiera área funcional del negocio suele reportar numerosos beneficios. Por el contrario, los datos deficientes, fragmentados en distintos silos, afectan a costos e ingresos. Es decir, suponen importantes costos y constantes pérdidas de oportunidades de ingresos.
La falta de datos confiables, en efecto, ocasiona inconvenientes de muy distinto tipo que no siempre resultan evidentes. Algunos son costes fáciles de identificar, mientras otros adoptan la forma de costes ocultos que van traduciéndose tanto en un aumento de gastos innecesario como en una pérdida de ingresos.
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En la práctica, los datos maestros incoherentes o duplicados derivan en problemas de importancia capital para el negocio, como los siguientes:
- Errores de facturación.
- Errores de planificación operativa.
- Errores de planificación financiera.
- Errores de administración.
- Errores de marketing.
- Errores en la cadena de suministro.
- Errores en la gestión de impresión.
- Informes no confiables
- Insatisfacción y pérdida de clientes.
- Pérdida de tiempo para los gestores.
Los errores de facturación, por ejemplo, pueden suponer la condonación de deudas incobrables o, pongamos por caso, un menor flujo de caja por el retraso en los pagos. Igualmente, los informes o cuadros de mando que no aportan información fiable llevan a una toma de decisiones arriesgada.
La suma de problemas provocadas por la falta de calidad de los datos deriva, por lo tanto, en problemas con costos e ingresos: un aumento de costos y, por otro lado, en la pérdida de oportunidades para aumentar los beneficios. El resultado, en definitiva, es una pérdida de competitividad que podría evitarse con un oportuno programa de MDM.
Objetivo de un MDM: mejorar costos e ingresos
Evitar estos problemas, en efecto, implica pasar a la acción. En primer lugar, mediante la sincronización entre TI y negocio para que sean partícipes del proyecto de MDM. Solo así podrán evidenciarse los problemas específicos en calidad de datos que tiene la organización en sus distintos sistemas.
Con su implicación será factible tanto detectar oportunidades y problemas ocultos como aplicar una metodología objetiva que incluya a todos los usuarios, uno de los grandes desafíos de un programa de MDM. La recompensa, sin embargo, bien merece la pena: garantizar una estrategia tecnológica coherente con las necesidades de negocio.
Los beneficios que obtenemos de la mejora de los datos maestros serán tangibles o intangibles. A diferencia de los primeros, que permite mejorar costos e ingresos, ahorrando unos y aumentando los otros de forma cuantificable, los intangibles son más difíciles de cuantificar.
La aplicación de más descuentos por parte de los proveedores por pronto pago sería un ejemplo de beneficio tangible, mientras la mejora de la experiencia del cliente constituye un claro beneficio intangible. En ambos casos, bien de forma directa o indirecta, la organización logra una mejor cifra de negocio.
No en vano, para implementar un proyecto de MDM con éxito resulta esencial garantizar la sincronización entre la infraestructura de TI y los procesos de negocio. Por un lado, el área tecnológica aporta los recursos necesarios para mejorar la precisión y pertinencia de los datos y, por otro, los administradores de la organización y los usuarios comprenden los procesos de negocio y su influencia en las métricas de rendimiento.
Alcanzar el objetivo último de una estrategia de MDM, esto es, lograr que los datos maestros resuelvan los problemas de los procesos de negocio, finalmente se traducirá en una mejora de costos e ingresos, con un ahorro de costos y un incremento de ingresos.
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Conclusión
Una estrategia de gestión de datos maestros (MDM) ayuda a mejorar costos e ingresos de forma clara. Si la estrategia está bien diseñada, los costes disminuyen mientras que los ingresos aumentan. Los datos se vuelven más fiables y coherentes, los errores en tareas administrativas debido a los datos desaparecen, y la detección de oportunidades para aumentar los ingresos aumenta. Para ello, la cooperación y sincronización entre negocio y TI es fundamental.