Los mayores obstáculos para una transformación digital exitosa muchas veces no tienen que ver con cuestiones tecnológicas, sino con un cambio de mindset. En ese sentido, las empresas líderes son aquellas que consiguen integrar armoniosamente la cultura basada en datos con la cultura organizacional.
Son, de hecho, dos caras de la misma moneda: las nuevas tecnologías y la automatización solo resultan determinantes cuando todos los miembros de una organización participan de la transformación. ¿Por qué es tan importante esa sinergia para tomar mejores decisiones?
Dado que el trabajo remoto se ha vuelto cotidiano, los responsables de las compañías deben prepararse para un 2022 con múltiples desafíos. Entre ellos, está el de encontrar nuevas formas de garantizar que sus empleados tengan los conocimientos fundamentales que necesitan para moverse con soltura entre nuevas tecnologías y procesos más ágiles.
Por eso, una decisión clave es la de desarrollar una cultura impulsada por los datos. Así, los líderes de las organizaciones consiguen que la transformación digital impulse el valor comercial. Se trata de empoderar a todos los equipos al permitir que los colaboradores se adapten de forma adecuada a las nuevas tecnologías.
Solo el 24% de las empresas asegura haber “creado una organización basada en datos. Fuente: NewVantage Partners |
Una verdadera y eficiente cultura data-driven es aquella en la que todos los miembros de una organización tienen acceso a los datos y su análisis, además del conocimiento para utilizar esa información para administrar el negocio.
En lugar de operar en las penumbras, la enorme cantidad de información que se genera debe actuar como un activo de impacto integral. Así, democratizar el acceso a los datos se convierte en una suerte de evolución de la democratización de IT, que brinda mayor libertad a los empleados. Y así, casi sin darse cuenta todos en la organización toman decisiones inteligentes basadas en datos. A esto último se lo llama analítica invisible y es una de las tendencias que se esperan ver en el 2022.
De cara al 2022, hay tres aspectos que resultan fundamentales para construir una cultura organizacional basada en datos:
Para que el cambio de mentalidad organizacional sea duradero, es preciso alinear un lenguaje común, así como definiciones y medidas comunes a toda la estructura interna. Esto alentará a las unidades de negocio a interactuar más y aprender unas de otras. Los equipos de venta pueden entablar un ida y vuelta con los de IT para potenciar el análisis de los datos sobre el engagement de los clientes, por ejemplo.
A su vez, es imprescindible que las soluciones y los procesos sean fáciles de comprender y utilizar. Existen múltiples herramientas sencillas que ayudan a los empleados a ver cómo los datos y la información pueden mejorar sus flujos de trabajo. Al mismo tiempo, es clave entrenar a empleados de áreas no técnicas (capacitarlos en nuevas tecnologías), porque son quienes mejor saben qué beneficios traen esas soluciones.
Se trata de un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, por lo que resulta fundamental definir plazos razonables, motivar a las personas durante la transformación, comunicar claramente los beneficios y oportunidades que implica, así como premiar el compromiso con el cambio.
Solo el 33% de las empresas informaron que confiaban en “sus datos lo suficiente como para usarlos de manera efectiva y obtener valor de ellos”. Fuente: Accenture |
Unificar los datos y que los distintos equipos de la compañía tengan acceso a ellos está entre las prioridades de cara a una transformación digital. En ese sentido, utilizar plataformas de datos integradas y administrarlas correctamente facilita el manejo y la optimización de las decisiones a tomar.
Las experiencias de datos unificados no solo son útiles para conocer mejor a nuestros clientes y públicos en general y para generar mensajes relevantes como parte de la comunicación externa, sino también para responder mejor a las nuevas demandas e inquietudes de quienes forman parte de la organización.
Los datos compartimentados y aislados no permiten potenciar la cultura organizacional y van en contra del desarrollo de la inteligencia empresarial. El objetivo central es que todos los aspectos de las operaciones comerciales se basen exclusivamente en datos, para que no se conviertan en una ventaja exclusiva de ciertos sectores de la compañía.
Así como cada cultura empresarial es única, también las soluciones que conduzcan a la transformación deben ser específicas. En un principio, resulta útil hacer un inventario de las soluciones que ya se están utilizando y determinar si lo que tiene éxito en una unidad de negocio se puede aplicar a otra.
Y si bien eso se presenta como un desafío, lo cierto es que también aparece como una oportunidad para que los responsables de las distintas áreas y departamentos trabajen en equipo para maximizar la innovación a partir de información concreta.
El 2022 aparece entonces en el horizonte como un terreno fértil para orientar las empresas hacia la toma de decisiones estratégicas y tácticas basadas en datos, y no en suposiciones o intuiciones. Tomar solo algunas decisiones basadas en datos -descuidando otras- aleja a las organizaciones de la agilidad y del éxito a largo plazo.
Por eso, no solo se trata de invertir en Big Data e IA, sino de comprometerse realmente y en cada sector de las empresas con una cultura organizacional data-driven para así lograr una visión 360 del negocio.
El 36% de los ejecutivos daba un ejemplo equivocado al confiar en la intuición para tomar la mayoría de sus decisiones. Fuente: Talend |
¿Qué tan preparado está tu negocio para tomar decisiones basadas en datos de cara al 2022?