La experiencia demuestra que un gobierno y gestión de datos eficaz da como resultado datos confiables, exactos, consistentes y completos. Con mayor capacidad de análisis de la información los negocios logran una inteligencia de negocio sostenible en el tiempo. Pero para llegar a este nivel de madurez se requiere de un marco de políticas, personas y procesos. Veamos de que se trata.
Es cierto que cada vez más empresas tienen políticas de gobierno de datos, pero las estadísticas demuestran que la gran mayoría de ellas se encuentra aún en una etapa inicial e inmadura que no garantiza realmente la calidad necesaria. Sumado a esto, los datos registrados en el relevamiento indican que en el 63% de las empresas atraviesa complicaciones a la hora de forjar una real conciencia y adopción de la nueva cultura de datos.
Aunque el 75% de altos directivos afirma que la calidad de los datos es su objetivo principal, el 39% de ellos manifiesta que no miden calidad de datos. |
Es un hecho que las organizaciones más maduras en su gobierno de datos obtienen un mayor valor de los mismos y superan obstáculos relacionados a su cultura organizacional y a los costos totales del negocio (el reporte mencionado señala que el 83% de las empresas con programas maduros de gobernanza de datos observan una mejora en la calidad de los mismos). Pero, ¿Qué implica esta madurez y cómo se logra?
A través de los nuevos programas de datos lo que las empresas buscan es mirar y gestionar su caudal de información desde diferentes ángulos para estar en condiciones de tomar mejores decisiones y alcanzar una mejora operativa. Asimismo, claro, un gobierno de datos actual y acorde asegura también una mayor privacidad de datos y, por consecuente, la confianza del cliente y su satisfacción.
Madurez e integridad son dos términos que ayudan a comprender que una estrategia de
gobernanza de datos confiable debe ofrecer la robustez y la solidez adecuadas como para entregar datos de confianza y de calidad.
Y si se habla de estrategia, se necesitan herramientas concretas que permitan vehiculizarla y llevarla a la práctica: ¿Cómo se aplicarán las decisiones tomadas para la gobernanza de datos?, ¿Cómo será el proceso de control y quiénes serán los responsables? Estas son algunas de las preguntas que los líderes de datos deberían hacerse hoy.
Se trata, en suma, de construir un conjunto de políticas que “gobiernen” y construyan un marco para el accionar de cada una de las personas dentro de la organización, generar procesos responsables, garantizar el uso de información con reglas claras y comprender la importancia de trabajar sobre la base de la calidad, siempre. Estos, se recomienda que sean los puntos focales que guíen toda política dentro de la empresa.
El aumento en el caudal de datos, la dispersión geográfica y multiplicidad de dispositivos involucrados obliga a las empresas a definir políticas y programas que las ayuden, no solo a conseguir objetivos comerciales, sino también a cumplimentar marcos regulatorios locales acerca del manejo de la información de sus clientes. Vale recordar que, según el reporte anual de la consultora especializada Kroll Global, el fraude y robo de información aumentó en los últimos años a un ritmo del 20% anual, incluso en ocasiones generado por empleados internos. Señala el reporte que entre los riesgos que más enfrentan las empresas se encuentran los lagos de datos internos, robo de propiedad intelectual y fraude por partes externas e internas. En este contexto, hoy la gobernanza juego un rol de prevención central.
¿Qué buscan las empresas hoy? Optimizar datos para eficiencia operativa (66%), utilizar datos y análisis para impulsar nuevos modelos de negocio (63%) , mitigar riesgos regulatorios y de cumplimiento (53%) y reducir costos (50%) Fuente: Lebow |
Estructuras centralizadas o descentralizadas, trabajo integrado y trasversal o vertical liderado por IT. Las posibilidades de definición de una estructura de gobernanza y gestión de la privacidad de datos pueden tener, en la práctica, varias modalidades y matices. El equipo de IT en ocasiones trabaja conjuntamente con el área de negocios, en otras no. Lo importante es analizar y poner sobre la mesa las potencialidades de cada modelo de gestión y organizarse en función de objetivos concretos.
Las organizaciones más grandes, que son las que mayor grado de madurez digital han alcanzado, asumen que la mejora en la calidad de sus datos se generó al superar los obstáculos culturales y los miedos acerca de la inversión involucrada al respecto. La recompensa es multiplicadora cuando las empresas toman cartas en el asunto de la gobernanza de sus datos.
¿Está tu empresa siguiendo alguna política que involucre tanto a las personas como a los procesos? ¿Te gustaría conocer más?