Con el enmascaramiento de datos debemos producir nuevos datos reales y coherentes, y de esta manera mantener la funcionalidad de la empresa.
Los datos sensibles van a ser enmascarados y los usuarios finales deberían poder usar sus aplicativos o sus formas de transformación de la información con esos nuevos datos sin mayor problema porque la funcionalidad no debería ser afectada.
El dato en sí debería mantener su integridad inicial y a su vez ser válido y significativo.
No es práctico verificar todas las funcionalidades de las aplicaciones de la empresa porque se tardaría mucho en el proceso de verificación y tampoco sería necesario, sino que únicamente sería necesario validar con un muestreo las principales pantallas.
Este punto es clave porque en la mayoría de proyectos se concentran más en los algoritmos de enmascaramiento que en verificar que las funcionalidades actuales de la empresa continúen con el desarrollo habitual, y es por ello que es importante verificar que la funcionalidad no sea afectada, ya que en caso contrario no estaríamos cumpliendo con el proyecto.