Seguros, retail y servicios sociales son sectores que tienen mucho en común, igual que telecomunicaciones, banca y todas las industrias que cuentan con empresas que utilizan cloud computing. El potencial de la nube no ha pasado inadvertido para los departamentos de IT de muchas organizaciones, que buscan beneficiarse de la velocidad, agilidad, escalabilidad, visibilidad y control que les garantiza. Lejos quedan las reticencias iniciales, que planteaban dudas a muchos responsables de negocio y les echaban atrás.
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Hoy las empresas que utilizan cloud computing mantienen los pies en la tierra pero confían en la nube para su transformación , viendo en esta alternativa el mejor apoyo a su expansión. De hecho, la transición a este entorno se hace progresivamente, primero migrando paquetes de información y cargas de trabajo limitadas, manejables y, después, poco a poco, volcando la balanza hacia arriba y trasladando mayor peso a medida que se va tomando impulso y se experimentan los beneficios.
Los entornos híbridos son los elegidos mayoritariamente por las empresas que utilizan cloud computing y, gracias a ellos, las organizaciones se encuentran en disposición de saltar las barreras que impedían su crecimiento y avanzar hacia nuevos destinos. Tres buenos ejemplos lo ilustran:
Centrarse en su crecimiento y el del grupo.
Anticipar y satisfacer las necesidades de los clientes y agentes.
Reducir costes, mejorar las capacidades de disponibilidad del sistema y la continuidad del negocio.
Estudiar el impacto de la temperatura local en la tienda y las diversas categorías de ventas en base a la opciones de analítica avanzada en este entorno.
Tomar decisiones más inteligentes sobre inventario, promociones, precios y dotación de personal.
Llevar a cabo una implementación cómoda de la infraestructura cloud, seguida de un rápido despliegue del proyecto de grandes datos elegido (que ya no requiere de meses, sino de semanas).
Es posible establecer una infraestructura global híbrida más flexible y basada en sistemas y procesos comunes.
Esta especial configuración es menos intensiva en recursos, por lo que es posible invertir en nuevos productos educativos.
Los resultados alcanzados por el proyecto se pueden medir más fácilmente, monitorizando, por ejemplo, la evolución de los estudiantes.
Trasladarse a la nube es parte del camino hacia el futuro, como demuestran estos ejemplos. Cada organización protagonizará un viaje distinto pero en el que, invariablemente, todas las empresas que utilizan cloud computing terminan comprobando que este medio les ayuda a aumentar su velocidad de crecimiento y a mejorar su eficiencia.