El uso de datos para mejorar la relación con el cliente es especialmente importante hoy día, cuando los consumidores tienen más canales que nunca para estar en contacto con las marcas. Pero no basta con los datos en crudo, ni con la visión (parcial) que se obtiene cuando existen silos informacionales en la organización. El desafío está en lograr una vista 360 del cliente para poder responder e incluso anticiparse a sus necesidades, ¿cómo lograrlo?
Los datos que tienen a disposición los negocios proporcionan una oportunidad invaluable para mejorar la experiencia que tienen con la marca. Saber gestionar su insatisfacción y establecer un canal de comunicación bi-direccional para co-crear con ellos son los objetivos de las siguientes propuestas. Para ambas es necesario superar las limitaciones de un punto de partida erróneo: la perspectiva parcial, y sumergirse en un mar de información colaborativo, en el que descubrir relaciones entre datos llenas de sentido y donde la calidad está asegurada.
Cuando un cliente expone su insatisfacción busca una respuesta y una reacción. Y las quiere a tiempo. Poder responder de forma adecuada se trata de una cuestión de datos y las empresas los tienen, y los empleados pueden acceder a ellos, entonces ¿por qué no usarlos?
Si se tiene la información correcta delante no hace falta hacerle más preguntas al consumidor molesto. Ya se conocen las respuestas. ¿O no es así? Cuando los datos se confunden debido a la variedad de sistemas y registros, la ecuación se complica. Sin una gestión de datos maestros adecuada, un buen gobierno y los estándares de calidad necesarios, puede que la información que llega al usuario de negocio no sea tan correcta, ni tan precisa, ni esté actualizada.
Se trata de una manera de influir significativamente en el boca a boca y un modo muy auténtico de representar la propia marca. Para que el resultado sea 100% positivo es recomendable asegurarse lo siguiente:
Los clientes felices que obtienen su problema resuelto hacen partícipes de su experiencia a entre 4 y 6 personas. |
Uno de los secretos mejor guardados de quienes gestionan de forma sobresaliente su relación con el cliente es tratarle como un socio valioso. Para conseguirlo hace falta:
Los clientes aportan datos, dan retroalimentación y están de acuerdo con esta forma de compartir información tan personal y valiosa para el negocio, pero necesitan saber que se les toma en serio y se actúa en consecuencia.
Esto no significa que haya que evaluar cada propuesta que se lanza en las redes sociales sino que hay que mostrar al cliente que su opinión importa.
Una manera de hacerlo es compartiendo con él las estadísticas sobre felicidad. Saber cómo se sienten los clientes acerca de la forma en que se les ha atendido cada mes es una manera de ver las cosas desde el punto de vista de la organización que ayuda a apreciar el esfuerzo que se hace y aumentar el compromiso con la marca. La relación con el cliente alcanza nuevas cotas de madurez en cada caso individual y el efecto es contagioso.
$402 mil millones por año las empresas dejan sobre la mesa por no poder entregar experiencias simples a sus clientes. Fuente: Siegel+Gale |
Además, es necesario asegurar la calidad de los datos que hay detrás de todas estas acciones y, para ello, es recomendable:
En un mundo donde lo único constante es el cambio, y donde la información que tenemos crece a pasos agigantados, ya no pasa por retener y fidelizar clientes, la necesidad de lograr una visión 360 de cada uno con una gestión de datos eficaz es una cuestión de continuidad del negocio.
¿Está tu empresa aprovechando los datos en favor de sus clientes?