En los tiempos actuales, todo negocio necesita recurrir al MDM master data management para beneficiarse de una serie de mejoras sustanciales gracias a la administración que se realiza de los datos maestros. Si en el pasado era algo tratado como concepto e idea a implementar, en la actualidad es una disciplina que adopta cualquier tipo de empresa para que el rendimiento pueda ser superior. ¿Pero cuáles son realmente los objetivos y los elementos cruciales de la finalidad de trabajar con este tipo de disciplina?
Tratar la información de forma conveniente es crucial en cualquier tipo de contexto, especialmente en las empresas. Antes de que se normalizara la gestión de los datos maestros era común encontrarse con situaciones, problemas e incidencias que se producían debido a que no había una buena administración de la información, de las estadísticas y de otros datos. Faltaba esa visión que englobara todos los datos y que pudiera vislumbrar de manera generalizada la realidad dentro de una corporación sin importar el sector al cual correspondiera.
A la hora de la verdad, entendemos el MDM como el método que lleva a que una empresa tenga un punto de referencia sobre el cual trabajar a posteriori. Los datos más importantes dentro de un negocio, los críticos, por así decirlo, se definen y se administran para llegar a ese punto de partida. El objetivo principal es servir de guía, de base y punto de apoyo, evitando errores, duplicados, masificando los datos e incorporando todo tipo de procesos que permitan eliminar aquellos datos incorrectos que podrían enturbiar los que de verdad son importantes.
Aplicando el MDM las empresas llevan a cabo la unión de toda esa información fundamental a la que hemos hecho referencia, se integra en un solo archivo, el archivo maestro. A partir de este punto este archivo maestro se comparte entre departamentos, profesionales y divisiones para que el rumbo del negocio sea más conveniente. En términos informáticos también sirve para trabajar en común con distintas herramientas o arquitecturas. Esta unificación, la forma en la que los datos combinan distintos departamentos que al final tienen un objetivo común, proporciona un aumento en los niveles de calidad.
Todo ello lleva a un objetivo definitivo por el cual el MDM se basa en todo momento: que se consiga una versión de la verdad confiable, única y auténtica, que sirva como referencia en absolutamente todas las decisiones que se tengan que tomar a nivel corporativo.
De forma complementaria a los objetivos se pueden definir una serie de características que entendemos como finalidades de aplicar el MDM de una manera exitosa. Se trata de cinco factores que potencian la gestión de la información en la empresa y que la llevan al siguiente nivel. El primero es la integridad, asegurándose siempre la seguridad que tienen los datos que se gestionan en la empresa. El segundo se trata de la fiabilidad, porque sabemos que aplicando esta disciplina no habrá que preocuparse de inconsistencias en la información. Otra finalidad es tener coherencia, evitándose esas situaciones de incertidumbre por no entender muy bien porqué hay datos que no encajan unos con otros. En cuarto lugar destaca la relevancia, dado que se gestiona la información y los datos más valiosos y útiles. Mientras que en último aspecto hablamos de la actualización, siendo un proceso que ayuda a que el negocio siga adelante sin quedarse atrás.
El master data management dejó de ser una recomendación tiempo atrás y ahora es un proceso clave para todas las empresas que quieren exprimir el valor de los datos de una forma óptima. Trabajar con ello de forma exitosa significa darle a todo negocio la oportunidad de rendir a un nivel más alto.