Como es sabido, el rol de un data governance analyst es esencial en el desarrollo y aplicación de la estrategia de gobierno de datos. Su contratación, por lo tanto, será necesaria con anterioridad a la misma elaboración de estrategias.
Idealmente, así es, su contratación temprana resultará lo más conveniente. Recordemos aquí que, para la realización de un proyecto de data governance debemos asegurarnos de que la empresa cumple con unos mínimos requisitos, como los dos siguientes:
En ambos aspectos, este profesional resulta imprescindible, por lo que su contratación es fundamental para hacer posible el cambio. Sin embargo, en ocasiones, el data governance analyst se busca cuando ya se está iniciando el proyecto, bien sea por falta de previsión o para cubrir un puesto vacante.
Al margen de la situación de partida, para llevar a cabo una acertada contratación es conveniente tener en cuenta una serie de aspectos que nos ayuden a encontrar a la persona más idónea.
Un aspecto clave que debe tenerse claro antes de iniciar un proyecto de gobierno de datos es la conveniencia de incorporar en la estructura orgánica de la empresa a un data governance analyst. Su función se desarrolla a largo plazo en la empresa, y se hace imprescindible desde el mismo momento en el que la empresa se decide a realizar una iniciativa de gobierno de datos.
Su trabajo se efectúa en un área de la empresa que puede crearse ex novo o estar ya funcionando cuando se incorpore nuestro nuevo data governance analyst. Allí, su rol comprenderá las siguientes funciones:
Por lo tanto, es un rol que se enmarca en el día a día de la empresa y su contratación como parte de la plantilla orgánica tiene mucho más sentido que optar por colaboraciones externas puntuales. Máxime cuando, además, se trabaja íntimamente con el área de negocio, puesto que ni mucho menos es una cuestión solo tecnológica.
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Encontrar al candidato o candidatos ideales puede resultar más sencillo de lo que pueda parecer en un primer momento. En lugar de buscar fuera de la empresa, reclutar personal interno que puedan encajar con el perfil de data governance analyst, por lo general, resulta muy ventajoso.
Los beneficios son numerosos. Consideremos, por ejemplo, lo interesante que resulta un perfil mixto de un trabajador interno que sepa lo que es el negocio y tenga los necesarios conocimientos tecnológicos. No es menor la importancia de haber estado en contacto permanente con los datos de la empresa y, por ende, su experiencia sobre los problemas que suelen tener los datos en la empresa.
De no encontrar candidatos dentro de la organización, recurrir a personal externo del mismo sector puede ser una buena opción. Pero recordemos, a la hora de contratar al data governance analyst primero siempre conviene mirar a nuestro alrededor.