Las aplicaciones de gestión de datos cada vez son más robustas e intuitivas y están pensadas para estandarizar una industria. Para ello ofrecen lo mejor que puede haber en una aplicación particular, pero que a su vez genere un valor diferenciador al servicio para el cual fue concebida.
Si estamos pensando en desarrollar una aplicación a medida, deberemos plantearnos las siguientes preguntas: ¿Podemos ser capaces de desarrollar funcionalidades con estándares ofrecidos por el mercado? ¿Podemos crecer a la velocidad que puede requerir el negocio? ¿Seremos capaces de mantener esto? ¿Podremos comunicar lo que requerimos?
Estas son algunas de las dudas más técnicas y simples que deben ser resueltas antes de tomar una decisión.
En este sentido, la conectividad y/o integración es uno de los puntos más favorables en el momento de decidirnos por una u otra solución.
Los principales motivos a favor de una herramienta es la estandarización de las conectividades con el resto de plataformas tecnológicas.
Al ser este un aspecto puntual, la gran diferencia es que en los desarrollos a medida tienes que hacerlo cada vez que necesitas conectarte a una nueva tecnología, mientras que las aplicaciones suelen traer conectores nativos a esas tecnologías, con lo cual sin duda alguna sale más rentable optar por una aplicación ya construida.