Descubre qué es el Cloud distribuido y por qué resulta beneficioso para las empresas que buscar simplificar su gestión de datos donde éstos se obtienen.
Ya hemos analizado el fenómeno de la Nube híbrida o hybrid cloud y explicamos en detalle por qué este modelo -que implica una combinación de servicios en la nube internos y externos- se convirtió en el más elegido por las organizaciones. Ahora bien, ¿de qué se trata la nube distribuida?
Cada vez más, las organizaciones necesitan un esquema que les asegure menor latencia, costos más reducidos de transmisión de datos y facilidades para responder a temas de cumplimiento (por ejemplo a las regulaciones europeas que requieren que los datos de los ciudadanos se almacenen dentro de fronteras de geografías específicas). Además, necesitan un modelo de gestión de datos en la Nube que pueda brindar respuestas en real time también en el borde, para aquellos casos en que las aplicaciones no tolerarían latencias importantes.
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La Nube distribuida reconoce tres orígenes:
En realidad los proveedores de Nube pública ya vienen admitiendo varias zonas y regiones geográficas desde hace años. Pero, con las ofertas híbridas empaquetadas estos servicios ahora se pueden distribuir a diferentes ubicaciones físicas, por ejemplo, el borde.
De tal suerte, la nube distribuida (o distributed Cloud) es la distribución de servicios de Nube pública a diferentes ubicaciones físicas, en un marco en el que la operación, la gobernanza, las actualizaciones y la evolución de los servicios son responsabilidad del proveedor de Nube pública de origen.
Este esquema de nube distribuida implica pasar de soluciones de Cloud Computing centralizadas a descentralizadas –con recursos informáticos que se acercan al borde, en línea con la propuesta de edge computing–, pero aún con control centralizado.
¿A qué responde este viraje hacia la Nube distribuida? Ocurre que en la actualidad las compañías deben admitir sistemas informáticos basados en el borde –incluido todo el entramado de IoT y otros procesos especializados– que deben resolverse cerca de la fuente de datos.
Esto significa que mientras pasamos los últimos años centralizando el almacenamiento y el procesamiento en Nubes públicas, ahora hay razones para colocar algunas aplicaciones conectadas a la Nube y fuentes de datos cerca de donde pueden ser más efectivas, aun cuando se siga manteniendo un estrecho acoplamiento con un proveedor de Nube pública.
El nuevo modelo incorpora la ubicación física de los servicios prestados en la Nube como parte de su definición.
De este modo las operaciones - que estarán físicamente más cerca de aquellos que las requieran - ofrecerán mejoras en el rendimiento , debido a la eliminación de problemas de latencia. Además se reducirá el riesgo de interrupciones de la red global (al contar con réplicas remotas), entre otras ventajas.
El Cloud distribuido permite implementar múltiples aplicaciones o componentes de aplicaciones con un conjunto común de políticas y visibilidad general en ubicaciones variadas e infraestructura heterogénea utilizando un modelo nativo de la Nube.
Ahora bien, tampoco todas son rosas con este esquema. Los sistemas informáticos distribuidos son difíciles de mantener, implementar y solucionar. Además, el costo de implementación es más alto y administrar su seguridad suele resultar complejo. Con lo cual para adoptar este modelo las organizaciones tendrán que planificar el despliegue. Entre otras cosas deberán preparar sus infraestructuras y garantizar una conectividad sólida entre los diferentes módulos del entorno de Nube
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