Gobernanza de datos: la elasticidad evolutiva

Descubre por qué la gobernanza de datos debe ser flexible y en qué direcciones hay que trabajar esta adaptabilidad.


Igual que las necesidades de negocio cambian, el escenario empresarial se transforma y el mercado evoluciona; la gobernanza de datos también necesita esa flexibilidad. La cualidad de ser adaptable diferencia un buen data governance de otros menos eficientes y eficaces. Aunque éste no es el único desafío al que se enfrentan las organizaciones en lo que respecta a su función de gobierno de la información.

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Créditos fotográficos: istock AzriSuratmin

Gobernanza de datos: calidad en la evolución

Muchas empresas ya han superado esa cerrazón que impedía a la gobernanza de datos salir del coto de IT. Hoy ya son cada vez más las que se dan cuenta de que el área de negocio necesita invariablemente implicarse en el dictado de normas y procedimientos para asegurar que las reglas por las que se regirán los datos garantizan su calidad. Es una de las reglas de la transformación digital.

Pero los retos continúan y es que a los negocios les cuesta entender que los temas de gobierno no pueden resolverse de una vez. Ni pueden ni deben. Sería poco realista pensar que es posible comenzar y terminar un proyecto de gobernanza de datos que escale al ritmo del crecimiento futuro de la organización. Igual que también resultaría inverosímil creer que existe un modelo de data governance universal que, igual que una talla única de ropa, puede valer ante cualquier situación, con sus más y con sus menos. No hay que llamarse a error: serían más los menos.

Cuando la calidad de la información está en juego un fallo de este tipo pone en jaque a las decisiones, las operaciones y la reputación de la empresa. Nadie puede asumirlo y, por eso hay que recordar que la gobernanza de datos no es sino un marco de gestión, que debe ser visto como una herramienta de trabajo para la administración del ciclo de vida de extremo a extremo del elemento vital de una organización y sus principales activos estratégicos: los datos.

Es prioritario que, desde el planteamiento de la estrategia de gobierno de datos se tenga prevista su elasticidad y, para ello hay que trabajar en todos y cada uno de los pilares de la estructura del marco que data governance establece y que son:

  • Cultura y compromiso.
  • Calidad de los datos.
  • Datos maestros.
  • Datos de referencia.
  • Metadatos.
  • Privacidad y ética de la información.
  • Seguridad de datos.
  • Arquitectura de datos.
  • Modelado de dato.
  • Roles y responsabilidades.
  • Rendición de cuentas de datos.
  • Métricas de valor de datos.
  • Clasificación de datos.
  • Principios de datos,.
  • Estándares y políticas.
  • Retención y destrucción de datos.
  • Gestión de riesgos de datos.
  • Explotación y monetización de datos.
  • Análisis de datos.
  • Apoyo a los sistemas, herramientas y procesos.

Cuando sistemáticamente se trabaja por la adaptabilidad y se protege la calidad de datos, como objetivo último de cualquier proyecto de diseño se está construyendo un núcleo procedimental que resiste a cualquier cambio, que facilita la rápida adaptación que el dinamismo actual exige a las empresas y que no se tambaleará cuando las circunstancias se transformen y obliguen a la organización a evolucionar.

La gobernanza de datos es como el aparato legislativo de un Estado, debe velar por la seguridad, sentar unos principios efectivos por los que regir el día a día, pero contar con los mecanismos para alinearse con las nuevas necesidades, sin poner en riesgo al negocio y minimizando la resistencia.

 

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