Los principios de la arquitectura orientada a servicios

La arquitectura orientada a servicios (SOA) es el armazón sobre el que se erigen las comunicaciones entre distintos servicios. Su papel es crítico para permitir, no sólo su interacción, sino también su efectividad, haciendo posible que se cumpla el fin para el que se diseñaron.

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SOA combina dos factores importantes:

1. La simplicidad de los protocolos de acceso a objetos (SOAP) en que se basan los servicios web.
2. La complejidad de permitir interacciones entre ellos de carácter completamente autónomo e independiente.

Y es que, en este sentido, la arquitectura orientada a servicios es efectiva, hasta tal punto, que es posible incluso que una entidad se ocupe de una unidad de trabajo en nombre de otra, o que diferentes consumidores puedan comunicarse con el servicio de distintas maneras.

Para muchos, se trata de la solución idónea para llevar a cabo la gestión entre proveedores y consumidores, gracias a estas propiedades y al entorno de flexibilidad protocolar en que se enclava.

La arquitectura orientada a servicios en el día a día de las operaciones

Muchas situaciones cotidianas implican una interacción con la arquitectura orientada a servicios. El ejemplo más habitual es cualquier compra realizada a través de internet. El proceso podría resumirse de la siguiente forma:

• Primero se accede al catálogo o la tienda online elegido.
• Después se tiene acceso a la lista de productos a la venta, cuyo orden queda especificado a través de un servicio, que se comunica con una aplicación de inventario. Ésta permite determinar si los artículos solicitados, o por los que se muestra interés, están disponibles en los tamaños y colores por los que se ha hecho la búsqueda.
• Una vez el usuario está decidido por un producto, procede a la compra. En ese momento, detalles de pedido y datos de envío son enviadas a otro servicio que calcula el importe total de la transacción, informa sobre el plazo de entrega del artículo solicitado y proporciona un número de seguimiento.
• Tras completar la compra, otro servicio, permitirá al cliente conocer en cualquier momento el estado de su pedido, introduciendo el número de seguimiento en la aplicación correspondiente.

La comunicación es fundamental en este proceso donde, aunque desde el punto de vista usuario sólo se aprecia una única transacción, desde el enfoque de sistemas se han producido varias interacciones entre muchos servicios web diferentes en un marco de trabajo SOA, como no podría ser de otra manera.

 Créditos fotográficos: "Mobile Shopping" by bplanet

Los principios que rigen la arquitectura orientada a servicios

No hay estándares en relación a la composición exacta de una arquitectura orientada a servicios, pero algunos de los principios más importantes y más habitualmente aplicados son los siguientes:

• Contrato de servicios estandarizados: implica la adhesión a un acuerdo de comunicación en virtud del cual se procede a definir y describir los servicios, tanto en conjunto como con mayor nivel de detalle.
• Abstracción de servicios: esta conceptualización no se refiere a su usabilidad sino a la lógica que hay detrás de cada servicio.
• Reutilización de servicios: en busca de la economía de desarrollo y mantenimiento, la lógica se divide en servicios con la intención de promover su reutilización.
• Autonomía de servicios: este principio es de aplicación a las fases de diseño y ejecución y hace referencia al control que los servicios ostentan sobre la lógica que encapsulan.
• Descubrimiento de servicios: con la eficacia como meta última, los servicios se complementan con los metadatos mediante los cuales se pueden descubrir e interpretar las distintas oportunidades disponibles.
• Transparencia de ubicación de servicios: se refiere a la capacidad que tiene un consumidor de servicios para invocar a un servicio, independientemente de su ubicación en la red. Este principio se articula en torno al reconocimiento de la propiedad de descubrimiento y el derecho de un consumidor para acceder al servicio. También puede interpretarse en términos de virtualización de servicios, que aplicarían en caos en que el consumidor simplemente llama a un servicio lógico, mientras que un SOA habilita la ejecución del componente de la infraestructura, normalmente un bus de servicios, que mapea este servicio lógico y procede a ejecutar la llamada al servicio físico.

¿Ya sabes cómo aprovechar la arquitectura orientada a servicios para mejorar la efectividad de las comunicaciones entre éstos? Consúltanos las dudas que te surjan en relación con el proyecto SOA que tienes en marcha y te ayudaremos a optimizar tus recursos.

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