Las nuevas tecnologías de análisis de grandes datos no sustituirán por completo a los sistemas de BI tradicional. No, al menos, en un futuro próximo.
Las nuevas tecnologías de análisis de grandes datos no sustituirán por completo a los sistemas de BI tradicional. No, al menos, en un futuro próximo. Aunque las soluciones convencionales no están preparadas para los nuevos retos del Big Data, lo cierto es que siguen en uso entre muchas organizaciones y, puesto que ni unas ni otras son excluyentes, pueden trabajar de forma conjunta.
Este es el panorama que dibuja una encuesta realizada por Computing, realizada a hombres de negocios del Reino Unido, a los que se les preguntó si creían que el análisis de grandes datos acabaría desplazando al tradicional en la próxima década.
La respuesta es un rotundo no. De acuerdo con el informe, la mayoría de las empresas cree que siempre habrá espacio para un trabajo conjunto desde ambos enfoques. En contra de esta opinión mayoritaria, sólo un pequeño porcentaje auguraba para el mismo periodo el fracaso del análisis de los grandes datos en el ámbito empresarial (4%), frente a un 8% que pronosticaba la desaparición de sistemas de BI tradicionales.
Las bases de datos tradicionales se consideran una infraestructura aprovechable, sin dejar de valorar también la importancia de la explotación de los grandes datos mediante estrategias de gestión que logren unificarlos y dotarlos de confiabilidad para mostrar tendencias y aportar valor a las decisiones.
En cifras, dos de cada tres encuestados dijeron que ambos enfoques eran importantes. En la práctica, sostuvieron que trabajaban combinando ambos tipos de soluciones para así dar respuesta a los requerimientos de analítica avanzada que exigen los grandes volúmenes de datos. Se reconoce, de este modo, la necesidad de mejorar el software tradicional.
La encuesta constata la falta de cultura empresarial a la hora de valorar la importancia de datos como activo estratégico. El mayor desafío al que se enfrentan las empresas es el desarrollo de una cultura que conceda importancia a los datos en todas sus variantes, ya sean datos estructurados como no estructurados, entre ellos los recolectados por sensores, vídeos, documentos de texto y cualquier otra información a nivel externo.
El trabajo concluyó que sólo la mitad de las organizaciones que planean implementar una tecnología específica estaban realmente preparadas para poder ponerla en marcha, a lo que se suma el problema de dar sentido a los datos, pues se necesita una preparación muy especializada para su interpretación.
Al tratarse de un mercado emergente relacionado con el nacimiento de una sociedad interconectada, que promete resultados revolucionarios, la imparable demanda de científicos de datos ha convertido a estos profesionales en un recurso escaso.
A su vez, el informe concluye que, independientemente del enfoque, la BI de una empresa requiere de una implementación de tecnologías eficaces y orientadas a una gestión de datos profesional, que parta del compromiso de la corporación por ser dirigida por los datos.
Sólo a partir de este punto se podrá sacar el máximo partido a los sistemas de datos tradicionales o de Big Data. Sin embargo, la encuesta mostró que esta es un área donde hay mucho trabajo por hacer.
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