Factores clave para el éxito de la integración de la información

En este post repasamos los factores claves a la hora de implementar una estrategia híbrida que permita la integración de la información.


 

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El auge de la TI híbrida responde, entre otros factores, a las numerosas ventajas que brinda a la hora de responder a las exigencias planteadas por la gestión moderna de la información. No en vano, combinando el cloud computing con los sistemas tradicionales se favorece la innovación y el rendimiento con resultados hasta ahora inéditos.

Se trata de un enfoque versátil, que permite utilizar ambos modelos de forma estratégica. Una gestión inteligente que también permite la gestión bajo demanda, en una suerte de puzle formado por las distintas piezas de este nuevo entorno heterogéneo en el que el componente digital tiene una relevancia crucial.

En la práctica, la buena gestión de la TI híbrida facilita la modernización de las empresas, así como aprovechar los puntos fuertes de los distintos sistemas para sacar el mayor partido de las infraestructuras on premise, así como de la agilidad, flexibilidad y bajo coste que ofrece el cloud.

 

Los factores claves de una estrategia híbrida

De este modo, las empresas que sean capaces de aplicar estrategias de TI híbridas con éxito tendrán una ventaja significativa sobre sus competidores. Sin embargo, no resulta fácil lograrlo. Muy al contrario, transformar una infraestructura convencional hacia un modelo híbrido de éxito es todo un desafío.

Entre otros requerimientos imprescindibles, facilitar la integración de la información es uno de los mayores retos. Con respecto a este objetivo, gestionar la integración de aplicaciones, datos y procesos para una gobernanza sencilla de TI requiere tener en cuenta principios como los siguientes:

  • Estrategia de integración cohesionada: Al diseñar una estrategia híbrida ha de buscarse una integración cohesionada, que incluya los diversos ecosistemas de proveedores, las distintas funciones de los usuarios, requisitos técnicos, tipos de datos, el incremento exponencial de los mismos datos, así como la necesidad de seguridad. Siempre dentro de una gestión centralizada que integre las distintas aplicaciones y utilice un conjunto unificado de políticas se seguridad. 
  • Una arquitectura híbrida: Al mismo tiempo que se necesita una plataforma de integración basada en cloud y, por su parte, en el sistema on premise, también es necesario salvar las distancias entre la tecnología heredada y los servicios de cloud. Todas las empresas que se encuentren en dicha tesitura necesitan arquitectos para gestionar la transición del paradigma local al híbrido.
  • Integrar es buscar el equilibrio: Los proyectos de integración de aplicaciones, datos y procesos deben ser flexibles, es decir, admitir tanto aplicaciones basadas en el cloud como sistemas del entorno local. Además, el desarrollo, la ejecución, la gestión y la gobernanza de los flujos de integración de estos proyectos dependen de distintos usuarios, por lo que el arquitecto debe hallar el equilibrio perfecto.
  • Un nuevo enfoque: Existen nuevas necesidades de integración, y ello significa que, más allá de los requisitos técnicos, es necesaria la adaptación y cambio de mentalidad por parte del departamento de TI y de los usuarios implicados. A nivel tecnológico, el actual enfoque busca un doble objetivo: integrar los sistemas heredados con los servicios de cloud, al tiempo que se precisa implantar flujos de datos nuevos con rapidez en respuesta para satisfacer las necesidades de negocio. Son imperativos nuevos que no contemplan los viejos enfoques de integración.
  • Sumar es ganar: Frente a la visión integradora anterior, las arquitecturas híbridas exigen interoperabilidad con herramientas heredadas, a fin de acceder a aplicaciones complejas, al mismo tiempo que deben ofrecer agilidad a los usuarios y servicios de cloud. Se trata, en suma, de prestar servicio a los usuarios que necesiten la integración. De hecho, en la práctica un enfoque híbrido debe ofrecer más recursos para cada carga de trabajo y la elección de la mejor aplicación para las distintas tareas, ubicando los datos donde los requisitos reglamentarios de seguridad aconsejen.
  • Distintos niveles de sofisticación: La implementación de un proyecto híbrido se orientará en función de las necesidades concretas, con lo que puede tener distintos niveles de complejidad. Desde una profunda integración entre la nube y las instalaciones locales a conexiones que buscan responder a una necesidad funcional determinada, pongamos por caso.

Fuente: hywards / FreeDigitalPhoto.net

 

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