Tendencias de mercado en el sector financiero

Desde mediados de 2007, los cambios que ha experimentado la economía mundial ha convertido a las organizaciones del sector bancario en el centro de atención de gobiernos y medios de comunicación. Este protagonismo se ha traducido en regulaciones más estrictas (como Basilea II / Basilea 2), tasas de capitalización más elevadas, control del impacto de cambios demográficos de los clientes y en presión para aumentar los ingresos y alcanzar las cuotas de mercado que los accionistas esperan.

Los órganos reguladores del sector bancario han impuesto nuevas exigencias que cristalizarán en el año 2016 con la entrada en vigor de la Directiva Solvencia II (Solvencia 2), la cual hará necesaria la adopción por parte de las entidades de nuevos métodos para la gestión de datos.

Alcanzar estos objetivos, superar los obstáculos y aprovechar nuevas oportunidades de negocio es difícil si todos los departamentos de la entidad no son capaces de virar rápidamente en la dirección adecuada cuando la necesidad y la oportunidad así lo exigen. La solución pasa por ofrecer confianza, control y precisión en los datos sin incrementar los costes de gestión.

La transformación que ha sufrido la banca se pone de manifiesto en aspectos esenciales como la composición, dimensión y actividad del sector, la especialización productiva, la mejora de la eficiencia, la evolución de la competencia o su internacionalización, entre otros.

Superar las dificultades que se presentan y aprovechar las nuevas oportunidades que brindan los mercados de capitales exige un mayor control sobre los activos informacionales, así como tener la capacidad para flexibilizar y adaptar las infraestructuras a necesidades sobrevenidas y giros bruscos del mercado. Adaptarse es un término clave que obliga a llevar un gran control de nuestros activos informacionales.